Flixxo es una plataforma que ofrece un extenso catálogo de microseries bajo un original sistema de pago por visionado a través de su propia moneda: los Flixx, tecnología aplicada al uso de criptomonedas y los créditos de videojuego. La plataforma rentabiliza además su base de suscriptores a través de la venta de publicidad, de branded contents y, ahora también, de la venta en el mercado internacional de los contenidos originales. Un desafío que ha llevado a sus fundadores a viajar y estar presentes en un sinfín de mercados y festivales donde se programan las llamadas microseries. ¿Cuál es el balance a dos años de lanzada la plataforma? ¿Qué tipo de microseries producen y ofrecen al mercado internacional? ¿De qué público está compuesto esta comunidad de creadores y consumidores de microseries? ¿Qué plataformas han puesto el ojo en su catálogo de contenidos?

¿Cuál es su modelo de negocio en la actualidad?

Básicamente nuestro principal modelo es la publicidad. El siguiente modelo también está vinculado a la publicidad y es través de los branded contents. También tenemos lo que llamamos los desafíos de la plataforma, algo similar a lo que es la gamefication. Y también el modelo de fidelización.

A su vez, el año pasado agregamos una nueva forma de monetización a través de la distribución internacional. Resulta que nos dimos que todo lo que tiene que ver con la producción de contenidos de este tipo de series está super profesionalizado, pero falta conocimiento en lo que hace a la distribución internacional.

Estamos tomando la distribución de un montón de series que nos gustaron, y estamos construyendo nuestro propio storytelling para que la industria entienda para qué y por qué está bueno que incluyan en su programación las microseries.

¿Dónde adquieren este tipo de series y cuál será el objetivo en el mediano plazo?

Las series las adquirimos en todo el mundo. La última que adquirimos es de Luxemburgo por ejemplo. Y luego ya con una carpeta bajo el brazo nos sentamos con todo tipo de plataformas. Con Netflix por ejemplo tuvimos una experiencia con La Frecuencia Kirlian, un dibujo animado con episodios de 10 minutos, y funcionó muy bien. Queremos replicar esta misma experiencia en otras plataformas. Vamos a producir contenidos un poco más premium también, con la intención de irrumpir con más fuerza en las plataformas tradicionales como Netlfix, Amazon o HBO.

¿Cuándo y cómo comenzaron a trabajar esta vía de comercialización?

Es un trabajo que comenzamos a fines del año pasado en Ventana Sur, con una sección enteramente dedicada a las microseries y fue espectacular, porque tuvimos paneles, pitching, y premios en bitcoins. Todo eso nos dio una visibilidad dentro del mercado bastante importante. Ahora estamos hablando con algunas plataformas que podrían agregar un carousel para este tipo de contenidos específicos, o dentro del catálogo general.

¿Cuál es el vínculo con la comunidad de creadores?

Con Flixxo la idea siempre fue cerrar ese gap entre los creadores y las grandes plataformas. Hay grandes creadores digitales creando contenidos para Youtube, Instagram, y redes sociales en general, a los que les va super bien, pero que nunca van a llegar a conversar con una plataforma tradicional de forma directa. Y que de pronto da el salto a la microsierie que es algo más parecido a lo que busca una plataforma, pero que todavía está lejos del modelo de una plataforma.

De todas formas las plataformas están entendiendo que también es importante que sumen este tipo de contenidos. Los suscriptores son cada vez más viejos y tienen problemas para conseguir nuevos.

El universo de las microseries es muy interesante y poco explorado. Hay cerca de 100 festivales dedicados a las microseries y hacemos el trabajo de hormiga de ir a todos. Somos sponsors en casi todos. Desde Buenos Aires a Río de Janeiro, pasando por Perú, Colombia, Canadá, en España, o Corea del Sur, en Australia, a todos. Vamos saltando de festival en festival para crear series, y que el mercado sepa que estamos creando series y generando acuerdos de coproducción.

¿Dónde se encuentran los mejores ejemplos en creatividad e innovación de este tipo de contenidos?

En todos lados hay creatividad. EEUU queda un poco más atrás porque son más industria y tienen pocos subsidios. Ahora se empieza a ver mucha realidad aumentada en formatos cortos. Hay muchas experiencias en contenidos de 15 minutos en realidad virtual super innovadores, que implican la interactividad haciendo que el espectador deje de ser pasivo. Es super inmersivo. El usuario ve sus manos, y forma parte de la historia. El que está con el casco puesto es un protagonista más. Hoy la vanguardia está ahí ¡Aparte la libertad! Cada vez que soy invitado como jurado a un pitch de microseries, me preguntan “¿Y por qué no hacés una serie con esto?” Por la libertad. Porque si esta serie uno se la lleva a Netflix u otra plataforma, ellos te van a decir cómo la quieren hacer. Y lo que te hacía diferente, de golpe te transforma en un contenido más producto del algoritmo de la plataforma. Y de pronto en concursos nacionales de este tipo, recibís un subsidio de 50 mil euros y la filmás con eso y el apoyo de tu familia.

Hay cosas increíbles que ves y decís ¿Cuánto costó esto? Y la respuesta es 100mil euros. Pero no son 100mil. Son 2 millones, porque no estás contando el apoyo de los conocidos, las horas propias de trabajo, los recursos puestos de manera gratuita, etc. Y se ve en la calidad del contenido. Y así y todo es un contenido que se lo llevás a Netflix y no hay diálogo. Lo más probable es que te digan “te compro el formato”.

¿Qué contenidos recomendarías de Flixxo?

Contenidos nos gustan muchísimos. Tenemos Alejo y Valentina. Nuestro caballito de batalla con gran valor afectivo. Neptunia, una serie uruguaya que también, te decís no sé de dónde salieron los recursos para hacer esto, pero ahí la tenés. Espectacular, con VFX y una producción increíble. Del ámbito internacional tenemos Antisocial, que habla un poco sobre las redes sociales y que es una parodia muy divertida. Una que se llama Dreaming Whilst Black, que es la historia de un director de cine. Todas vale la pena verlas.