La globalización del contenido está siendo el fenómeno idóneo para que compañías de desarrollo de IPs en español puedan desarrollar y escalar sus proyectos originales a nivel internacional.
Tal es el caso de Exile Content Studio, compañía fundada en 2018 por Isaac Lee, Daniel Eilemberg, Tere Pérez, Alejandro Uribe y Julia Saenz Rosenthal, dedicada al desarrollo, el empaquetado y la producción de series premium para el público global.
En diálogo con ttvOriginals, Alejandro Uribe, CEO de la firma, explica cómo buscan trasnacionalizar el talento entre Los Ángeles, México y Madrid, y así poder atender la demanda para una potencial audiencia de 500 millones de personas.
¿Cómo se adapta Exile Content Studio a esta crisis global?
Bien; yo estoy en México y tenemos el equipo y las producciones divididas entre España, Colombia y México. Afortunadamente tomamos medidas preventivas cuando empezamos a ver que esto tenía afectaciones en Europa. Todos nuestros crews, talentos y todo el mundo, han estado sin ningún antecedente y todos en buena salud.
A nivel de proyectos, se están reviendo todos los presupuestos…
A pesar de que este es un momento temporalmente difícil, nosotros hemos estado trabajando más que nunca. Tenemos mucha actividad en los proyectos. Todavía estamos recibiendo y negociando proyectos como preventas, saliendo con un par que ya habíamos producido y están en post. Nos hemos adaptado a la manera de trabajo y, como industria, todos estamos trabajando en cómo retomar la logística y no poner a nadie en riesgo, y así salir más fuertes como industria.
¿Cómo defines el core business de Exile?
Somos una empresa bastante joven, pero con miembros que llevan tiempo en la industria. Somos varios socios, entre ellos Isaac Lee, Daniel Eilemberg, María Teresa Pérez, Julia Saenz Rosenthal y yo; somos los que componemos las cabezas principales. Venimos de manejar el contenido para Televisa y Univision. Fuimos los que estructuramos los estudios que vendieron las primeras series en español para Netflix, como El Chapo o Tijuana, hasta documentales en inglés. Manejamos un canal de cable en EEUU.
Y eventualmente nos pidieron que viniéramos a México para manejar todo el contenido de Televisa. Y aquí armamos una incitativa similar que se llamó TAO (Televisa Alternative Originals) que produjo las primeras tres series en español para Amazon: Diablo guardián, Un extraño enemigo y una que va a salir este año si no le cambian las fechas…
Con estos antecedentes bajo el brazo, ¿cómo surge Exile?
Nos dimos cuenta de que nuestro interés y la oportunidad que veíamos era más hacia la producción y el contenido que estaban pidiendo estas plataformas nuevas. Por eso Exile. Exilados… El plan es hacer contenido premium con los mejores del talento de la próxima generación, para crear contenido con historias y talento local, para audiencias globales. Nuestros territorios son los más grandes en habla hispana como España, EEUU, México -es la sede de nuestro enfoque latinoamericano-, y en Colombia ya tenemos un par de proyectos. Y estamos con ambiciones de llegar al Cono Sur, a medida que se desarrolle la demanda allá.
¿El fuerte son las historias de ficción?
Hacemos ficción, principalmente series. Y documentales. Hacemos películas muy de vez en cuando, y por nuestra experiencia y oportunidad que vemos en audiencias, producimos también audio, podcasts… Miramos la propiedad intelectual de una manera bastante amplia, pero el core de nuestro negocio son las series de ficción.
Hace poco anunciaron un acuerdo con Diego Enrique Osorno para el desarrollo de proyectos de contenido como son las docuseries…
Isaac [Lee] y Dani [Eilemberg] se formaron en el mundo del periodismo. Fueron los fundadores de Animal Político. Isaac estuvo a cargo de Noticias de Univision por un tiempo y ha estado involucrado toda su vida con organizaciones que protegen la independencia y la seguridad de los periodistas, y esa es una causa que siempre nos ha interesado.
En relación a nuestros primeros proyectos en el mundo de los documentales, queríamos uno que tomara historias globales de periodistas que han sido silenciados por hacer su labor, desde una perspectiva premium. Examinar las historias que estaban investigando y que haya oportunidad para que tengan el reconocimiento. Creemos que puede ser una serie bastante poderosa.
Mostrar un poco las vidas de los periodistas y lo que ponen en riesgo. Y Diego nos parece uno de los periodistas más creativos y versátiles. Es tanto autor de libros, como periodista y director. Y es uno de los más valientes. Reporters es uno de varios proyectos que estamos haciendo con Diego, e incluye el podcast Silenced. La docuserie The Mirror es el siguiente proyecto con él.
En el caso de los proyectos de ficción, ¿qué puede adelantar?
Desafortunadamente muy poco. Tenemos un proceso de venta muy organizado, conversaciones con compradores y distribuidores que tienen ciertas cautelas. Sí puedo decir que los talentos que están involucrados ya son públicos. Tenemos muchos proyectos de alto nivel en diferentes géneros y esperamos que puedan entrar a producción en 2021.
¿Cómo observa la industria desde la perspectiva hispana?
Yo creo que ahora hay una oportunidad increíble para todos nosotros por el interés y la demanda de nuestras historias, y no solo a nivel local. Más allá de ser algo fuera de lo común, historias como Narcos, La casa de papel o Élite se están volviendo éxitos globales. El talento que se ha desarrollado en nuestros mercados, en las historias ricas que hay de cine y literatura, por fin están teniendo plataformas que son más flexibles en los formatos y que permiten un rango de historias que se están pudiendo tomar.
Vemos los reportes trimestrales de las plataformas, y los mercados de EEUU ya están relativamente saturados de crecimiento y los que están empujando a crecer son los mercados internacionales. Y Latinoamérica y España representan una audiencia de 500 millones, una audiencia más grande que la de EEUU. Por eso estamos viendo la llegada de Apple, Amazon o Warner… El volumen y la calidad de las historias están creciendo exponencialmente, y eso nos tiene emocionados.
Y en este sentido, ¿qué modelos de producción lleva adelante Exile?
Hay varios. Nuestro negocio, más que basarse en los servicios de producción, está alrededor de la propiedad intelectual y del talento: capitalizar esas dos cosas para que los proyectos puedan escalarse significativamente.
Vivimos en un mundo donde hay dos tipos de proyectos. Hay algunos donde los márgenes que uno recibe comisionándoselo a una plataforma probablemente sean mayores de lo que sería tener la lata, por la duración que puede tener o porque hay ciertos proyectos que no dependen de cosas ancilarias como el merchandising o el licensing.
Pero hay otros. Nosotros hemos encontrado que hay un mundo donde uno tiene más opcionalidad, por el hecho de que hay audiencias internacionales, que permiten partir territorios y crear librería. Estamos al servicio de las plataformas, de presupuestos grandes. Y también hay cosas intermedias, como los proyectos de podcast. Es una manera de acceder a otras audiencias mientras enriquecemos nuestra propiedad intelectual. Miramos el mundo como un portafolio de proyectos con distintas necesidades, algunas que generen capital y otras que se demoren pero que vayan generando activos.
¿Considera que en Latinoamérica hay una industria con capacidad para servir esta creciente demanda de contenido de los majors del streaming?
Creo que hay menos del que nos están pidiendo, pero creo que se está generando más todos los días. Es algo que todos tememos que hacer conscientemente y nuestro interés es que se empiece a formalizar más. Muchos estamos compitiendo por crews y talento. No hay tantos a un nivel alto y menos en TV, porque antes existían, por un lado, las grandes fábricas de contenido que se enfocaban en un formato, y, por otro lado, los productores de cine independiente. Ahora lo que están pidiendo las plataformas es algo intermedio.
Nosotros hemos encontrado como solución utilizar la ventaja de hacer puentes entre Los Ángeles, México y España. Importar conocimiento y maneras nuevas de trabajar. Es una labor de ir educando… Hay que invertir en la educación y capacitación de las próximas generaciones; si no, en muy poco tiempo nos vamos a quedar sin la habilidad de producir todo lo que nos piden.
Ahí hay un gran reto como industria…
Coincido en que nuestra industria tiene ese reto. Se ha acelerado el proceso y como industria nos vamos a adaptar y tenemos la ventaja en Latinoamérica para crear y trabajar con nuevos modelos y talentos para estos proyectos globales. Tenemos una oportunidad grande para crear la próxima generación de entretenimiento premium en habla hispana.