Desde hace ya mucho tiempo, las grandes plataformas de streaming trabajan “a la americana”, captando a los mejores talentos, y ofreciendo contratos de trabajo en exclusividad. En este contexto, las plataformas de streaming alternativas, así como las productoras independientes, buscan en los nuevos talentos, ideas frescas que renueven el panorama audiovisual.

Es tal vez bajo esta nueva perspectiva, que el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid aprobó hace apenas unos días, una subvención de 1,7 millones de euros para la ECAM (la Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid). Un aporte más que se suma al deseo de fortalecer los semilleros de talento de la región.

El objetivo principal de esta nueva dotación será asegurar la continuidad de este centro de estudios, con más de 400 alumnos en carreras de grado y postgrado. Con este nuevo aporte, la ECAM se posiciona una vez más, como uno de los centros de formación más prestigiados de Europa.

En estos días, además, fueron anunciados los 5 proyectos latinoamericanos seleccionados por la Incubadora de la ECAM -un acuerdo con el Festival de Málaga-, con el objetivo de apostar por el desarrollo de nuevos talentos.

“Desde el MAFIZ -aseguraba en entrevista para el medio Latam Cinema, Annabelle Aramburu, coordinadora del Málaga Festival Industry Zone- vamos a centrarnos también en las nuevas audiencias, en creadores digitales, es decir, en ver realmente qué están haciendo y consumiendo los millenials y cenntenials”.

Y si de algo se trata el desafío de la producción original de los próximos 5 años, será entender hacia dónde evoluciona la producción de contenidos pero, sobre todo, hacia donde migrarán las nuevas generaciones de espectadores.

“Y de eso se trata también adelantarse a lo que se viene -explica Jordi Frades en diálogo con ttvOriginals, director de Los herederos de la tierra y de La catedral del mar, entre otras. Es nuestro quebradero de cabeza: pensar qué te gustaría hacer y qué le podría interesar al espectador. Pero no hoy, sino dentro de dos años, que es lo que ahora se tarda en poner en pie una serie. Antes uno llevaba dos hojas, se empezaba a producir y en seis meses estaba al aire”.

La pregunta aparece entonces a la vista: ¿Cómo estrechar el diálogo entre lo que las audiencias parecen buscar y lo que los productores pueden ofrecer? Para Adrián Garelik, CEO de Flixxo, la plataforma especializada en microseries, la respuesta está en reducir el gap: «A través de Flixxo la idea siempre fue cerrar ese gap entre los creadores y las grandes plataformas. En este contexto, las plataformas están entendiendo que también es importante que sumen este tipo de contenidos -las microseries-. Los suscriptores son cada vez más viejos y tienen problemas para conseguir nuevos», explica Garelik.

Es en este mismo contexto que Adrián Garelik es convocado por el Festival de Málaga para realizar una convocatoria a través de Youtube y de Instagram, a la que se presentaron finalmente cerca de 1400 creadores de contenidos digitales de toda Iberoamérica. De los 1400 fueron preseleccionados 200, y de éstos, a un total de 20 se los invitó a participar del Festival, realizar un último desafío y presentarse frente a los representantes de diferentes plataformas como YouTube, Movistar, Twitch, Google o TikTok.

Después de todo, encontrar nuevos talentos en la era de los contratos de exclusividad con las plataformas de streaming, parece clave. Así lo subraya también Jordi Frades de Diagonal (Banijay Iberia), que explica las dificultades que supone trabajar en proyectos originales: “Es verdad que han crecido mucho las oportunidades. Pero también las plataformas utilizan mucho al talento creativo de forma directa. Antes un canal le encargaba un proyecto a una productora, y era ésta la que buscaba el talento creativo. Ahora a veces ocurre al revés, y la plataforma le encarga al guionista un trabajo, y para el que luego se busca la productora”.

El desafío para el mercado en su conjunto será entonces, lograr que el gap entre plataformas y productores se reduzca, cierto, sin que por ello se cree a su vez un nuevo gap, entre los talentos creativos de primer nivel, y aquellos de segundo plano. Esto mismo podría generar eventualmente, una diferencia considerable entre los proyectos de gran presupuesto y talentos exclusivos, y aquellos de presupuesto bajo y talentos a prueba.