Las «streaming wars» que comienzan en América Latina se empiezan a parecer y mucho a lo ya vivido durante primeros días de la TV paga. ¿Se repite el pasado?

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Hace 30 años, cuando la TV paga desembarcó en América Latina, las networks competían por quedarse con los abonados. La competencia era feroz y el crecimiento de canales aumentaba vertiginosamente.

Al principio apenas había uno o dos canales por temática, como noticias, infantiles, deportes, documentales, música o películas. Al tiempo, sin embargo, fueron apareciendo los primeros canales temáticos y la oferta se multiplicó: llegaron hasta los 150 y muchos proyectaban un crecimiento hasta los 500.

Ante tanta oferta, la solución fue sencilla: los abonados podían armar sus propios paquetes de canales, según sus gustos y composiciones del hogar.

Estaba el paquete básico, por su supuesto, que incluía los canales de aire, un par de canales de noticias, de películas y alguno que otro de deportes. A partir de allí, se armaba el puzzle: el Paquete deportivo, el Paquete de Música, el célebre HBO y, cómo no, los tan ansiados Paquetes infantiles con Cartoon, Disney, Nickelodeon y/o Discovery Kids.

Aunque con notables variaciones por países (y por la cotización del dólar), una familia llegaba a pagar hasta 50 dólares en promedio por el básico y algún paquete. Una cifra que, ante la aparición de Netflix por una cuota mensual de 8 dólares, de repente parecía demasiado elevada.

Pero en esta nueva era OTT, la industria parece estar viviendo un proceso similar. Netflix, la gran pionera, ha logrado crearse como una necesidad en el público e imponer una nueva forma de ver entretenimiento.

Pero detrás vinieron ofertas como Amazon, Hulu y las plataformas VOD de canales de Turner, Sony, HBO, Disney, A&E, que ponen un signo de + y pasan a llamarse «Plus» para convertirse también en plataformas.

Y viendo este nuevo escenario es que parece que estuviéramos viviendo un gran deja vu.

Analizando la oferta y el posicionamiento de cada una de las plataformas, me atrevo a decir que Netflix es el equivalente al paquete básico de antes, produciendo gran cantidad de contenido y ofreciendo un volumen amplio de películas de todos los géneros: desde familiares a infantiles, y con una enorme disparidad en la calidad, historias y estructura.

Por su parte, Amazon apunta a producir series de mayor presupuesto e historias más definidas con su público objetivo. Por supuesto que su core business es el retail y eso, en definitiva, es lo que Amazon Prime Video busca empujar.

Luego está Disney, quien recientemente ha comprado Fox por mas de 80.000 millones de dólares (¡equivalentes al PBI de Costa Rica o Uruguay!) y que en breve lanzará su OTT en América Latina.

Disney concentra todos los contenidos infantiles más poderosos, desde sus clásicos animados, hasta sus live movies familiares, sumando ahora marcas como Los Simpson o Star Wars.

Desde luego está también Turner, ahora reconvertida en WarnerMedia y que traerá en breve HBO Max, que seguramente ofrecerá un catálogo extraordinario de grandes películas de sus estudios y el enorme volumen de producción de series que están llevando a cabo en América Latina.

También se sumó a la batalla el gigante Apple con su servicio Apple TV+, quien aún no ha develado su estrategia ni avanzado en producciones en Latinoamérica. Seguramente tendremos noticias de ellos pronto.

Se esperan además los lanzamientos de Hulu, que en EEUU está enfocado a un público bien definido, y ya se escuchó sobre el lanzamiento de A&E Plus, Discovery Plus y Paramount+. Seguramente surgirán además otras plataformas OTT de segunda generación y regionales.

Ante esta amplia oferta, es claro que no todos los hogares podrán adquirir todos los servicios OTT ni pagar por ellos. Se estima que cada hogar adquirirá, en promedio, tres servicios pagos. Y he aquí el deja vu:

Seguramente adquirirán Netflix o Amazon como servicio básico; si hay niños en la casa adquirirán Disney Plus, Fox Play o NickSplat. Si uno es fanático del cine, probablemente sume una plataforma como HBO Max como si fuera el paquete premiun.

Queda por ver cómo se distribuirán los contenidos deportivos. Amazon ya está adquiriendo derechos para su transmisión, al igual que otras plataformas. Seguramente A&E, Discovery y los otros encontrarán, dada su alta calidad de contenido, un lugar en la grilla de los hogares.

Como en el pasado, será posible tener canales gratis gracias a los AVOD (Advertising Video On Demand) como Pluto TV.

¿Y qué pasa con el precio? Pues que al final terminamos pagando, más o menos, aquellos mismos 50 dólares.

Es sin dudas un momento muy interesante en la industria del entertainment y cada uno de nosotros -los players- deberemos definir nuestra estrategia para participar en esta nueva era, donde los big players compiten por quedarse con los abonados.

 

*Por Alex Lagomarsino
CEO de MediaBiz, representante de autores, showrunners y productoras, y asesor de líderes de la industria audiovisual y comunicación en la región.

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