Alejandro Bazzano es un director de fuste, con una larga trayectoria en el mundo de la televisión. Conoció la difícil tarea de hacerse de un nombre propio en el competitivo mercado español, y disfrutó con entusiasmo el reconocimiento cosechado, posicionándose como parte de una generación que ayudó a construir el prestigio de las series españolas a nivel local e internacional.
Con su película recién estrenada, Noche Americana, Bazzano demuestra que es posible conciliar lo mejor de dos mundos: una producción llevada adelante en un tiempo récord -más propios de las urgencias de la televisión-, y con una factura de producción, que nos recuerdan por qué el audiovisual europeo vive su mejor momento.
«El proceso de preproducción fue bastante rápido. Empezamos en junio y en setiembre ya teníamos un guion casi definitivo. Yo trabajé a distancia hasta mediados de octubre. Fueron tres semanas de preproducción. Teníamos a favor que casi todo sucedía en una misma locación, en un mismo hotel, a pesar de los diferentes decorados como las habitaciones, el restorán, la terraza, la piscina, etc. El rodaje se terminó en cinco semanas y para la post producción tuvimos más tiempo, con algo más de tres meses. Hicimos una peli en cinco meses. El proceso de desarrollo fue corto y el de producción también».
¿Comparado al nivel de España, cómo es rodar en América Latina?
Es un desafío y algo interesante. En Latinoamérica hay diferentes niveles. No es lo mismo rodar en México que en Colombia, en Brasil, en Argentina o en países sin tanto desarrollo del sector audiovisual.
De todas formas, ya tengo experiencia de rodar en América Latina. Rodé una serie en Colombia, otra en México y hace poco una serie histórica en España, Perú y Chile. La mayor parte en Chile.
El nivel técnico en general es bastante alto. En los países como México con una industria tan poderosa, tienen una forma de trabajar similar a la de EEUU. En cambio, en otros países no tienen tanta experiencia pero hay mucha voluntad. De todas formas la formación técnica está a un gran nivel.
¿Existe una cierta unificación de formatos entre el cine y la TV?
El tema de la unificación de los formatos comenzó hace un tiempo atrás. La migración de técnicos del cine a la TV ha elevado la calidad del resultado final. A nivel técnico llegan a la excelencia. Son muchos factores. Y también la forma de rodar y la forma de acercar las series al modo de rodar del cine. El uso de escenarios naturales por ejemplo, los exteriores. Hay series donde casi un 100% se deja afuera el plató. Y después el advenimiento de las plataformas que ha puesto las series al mismo nivel que las películas. Hoy en día la gente se plantea ver una serie o una película más por el tiempo que se quiera invertir en ello, que por la calidad o el modo de abordar la historia.
¿Qué proyectos siguen luego de este?
Tengo un par de proyectos de largometraje y dos series, pero de autoría propia. También me han hecho un par de propuestas. Una de ellas es una serie para Televisa. Un proyecto de biopic que Televisa maneja desde hace algún tiempo, y que va para TV abierta y plataformas, con una puja importante debido a la importancia que representa el público hispano de EEUU.
De los proyectos de peli, una de ellas tiene un presupuesto mediano y con el que estoy queriendo llegar directo a las plataformas. Para el año que viene seguramente. Una de las pelis debería rodarse una parte en España y en parte en Uruguay. Y la otra puede rodarse en cualquier ciudad porque la historia no tiene por qué atarse a ninguna región, con un presupuesto más ajustado, y que seguramente tenga más chances de salir antes.