Isabel Rodríguez, productora Ejecutiva de Adquisiciones de TVN, detalla a ttvnews la actualidad del canal público chileno en relación a los dramas turcos, que hoy tiene a Woman como su gran apuesta.

El boom de los dramas turcos se originó en Chile allá en el 2014. Desde entonces, los títulos turcos comenzaron a ocupar un espacio central en las estrategias de adquisición y programación de las pantallas de América Latina.

En el caso de TVN, el contenido turco se ha establecido en los últimos años como una estrategia clara gracias a la calidad del producto, sus historias, elencos y calidad y presupuesto.

En diálogo con ttvnews, Isabel Rodríguez, productora Ejecutiva de Adquisiciones de TVN, comparte su visión sobre los dramas turcos, la estrategia del canal chileno y el fenómeno internacional que aún persiste en 2021.

¿Por qué los dramas turcos siguen tan populares en Iberoamérica?

El éxito mundial de las producciones turcas ha ido en alza, incluso llegando a las plataformas de streaming. Hace tiempo que Turquía se volvió el principal productor mundial de telenovelas, reduciendo el impacto que mundialmente tenía la producción latina.

Son historias que no necesariamente son de origen turco, a veces, y sobre todo en los últimos años, son coreanas o japonesas, inglesas o francesas, pero tienen una adaptación turca que resuena mucho con el público latino, y en especial con el chileno.

Las historias de las que están hechas las teleseries, y en especial las turcas, funcionan como un espejo moral y cotidiano, es decir, las personas ven en ellas referentes de los valores, comportamientos y actitudes que son socialmente esperadas o reprobadas en cualquier lugar.

¿Cómo es esa conexión con la audiencia chilena?

Hay identificación de situaciones que retratan problemas cotidianos que en general se pueden dar en cualquier parte del mundo, su desarrollo, soluciones y consecuencias, esto permite de alguna manera a las personas incluso aprender, a través de experiencias ficticias, códigos sociales para saber qué hacer en determinadas situaciones.

Al ser relatos que reflejan situaciones cotidianas y que pudieran ocurrir en cualquier lugar del mundo, eso hace que aún estando tan lejos la gente conecte mucho con ellas, porque son situaciones en las que también se ven reflejados. Actualmente se suma un factor importante también que es la compañía que estas historias entregan en un periodo de pandemia, donde tras el estrés de la vida común del día, se produce un espacio para descomprimir esa presión y generar dispersión.

¿Qué tipo de dramas turcos quiere ver el espectador chileno?

La verdad es que la clave está en lograr escoger dentro de un universo súper amplio aquella historia que logre conectar con nuestra audiencia en estos tiempos, que tenga intensidad emocional, que transite por diversos estados de ánimo, para que la audiencia la escoja y, en nuestro caso, se quede en TVN, como lo ha hecho hasta ahora con apuestas como Hercai y Fuerza de mujer, las que se instalaron en el segundo lugar en el horario más visto de la TV.

Eso es lo que buscamos. Historias que permitan reflexionar sobre «mi vida o de mis seres queridos», que involucren conflictos familiares, rivalidades, secretos guardados por años, peleas entre hermanos, hijos que no son de los padres que creen, etcétera. Y esto es independiente de si la propuesta es turca, mexicana, africana o coreana. Para nosotros el origen no es lo importante sino la universalidad de la historia.

Vemos que el público busca en el drama turco la intensidad emocional. Exige que las historias no sean planas e inviten a involucrarse emocionalmente desde diversos estados de ánimo -alegría, pena, nostalgia, amor-. Es importante que remueva, y deje algo tras verla.

Obviamente también hay otros factores como la historia de amor que es el ADN de este género y un punto clave en la valoración de las teleseries. Para el horario prime debe tener un sello adulto, que describa lo que sucede en la vida real, y en los otros horarios, buscamos historias que se ajusten a eso.

También los protagonistas son relevantes. El galán, por ejemplo, en una audiencia ampliamente femenina, pero que va más que sólo aspecto físico, porque debe ser alguien que aporte a la necesidad o aspiración en la vida real.

Se da una universalidad en que se reflejen los conflictos que tienen en la vida real con sus parejas y que puedan traspasar la química de la pantalla. Lo mismo en el caso de las protagonistas femeninas, donde se busca también identificación y hoy tiene que tener valores como superación, independencia, resiliencia.

¿Cuál es el perfil del espectador de las series turcas en Chile?

En el horario prime, por ejemplo, el visionado aumenta porque se baja el ritmo de la jornada. El estado emocional y las prioridades cambian. Las audiencias declaran que el prime es el espacio para desconectarse con lo que se hizo durante todo el día.

Por ejemplo, desde los púbicos femeninos, mayoritarios en el horario, es un momento declarado para ellas, pero también para disfrutar en pareja. Es la oportunidad de tener un tema de conversación en pareja, de vincularse con el otro y con otras personas que también vean la teleserie.

Hemos visto en nuestro país como se han generado grandes comunidades en redes sociales como Facebook por ejemplo, donde los seguidores de nuestras teleseries turcas se conectan y comparten experiencias o teorías sobre el avance de la trama.

¿Qué dramas turcos tiene al aire actualmente TVN?

Hoy tenemos al aire la serie Woman, que nosotros llamamos localmente Fuerza de mujer, que se estrenó el 20 de julio de 2020 en la franja prime de TVN. Actualmente promedia 11,1 puntos de rating ubicándose en el segundo lugar de sintonía en su horario de emisión.

Pronto también comenzaremos con el estreno The Innocents o Masumlar Apartmanti en turco, a la que llamaremos Almas heridas. Son dos historias que cumplen con aquellos elementos descritos, que son espejo de aquellas problemáticas que hoy viven chilenas y chilenos.

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