Como en sucedió en todo el mundo, la pandemia del Covid-19 tuvo un fuerte impacto en el sector audiovisual de Brasil, y particularmente en el ámbito de la producción independiente.
Teniendo en cuenta este contexto, los fondos de apoyo y fomento al sector audiovisual local son fundamentales para dinamizar una industria que en la actualidad busca activarse , que a la fecha no ha encontrado eco de parte de la administración del presidente Jair Bolsonaro.
En diálogo con Originals, Josephine Bourgois, directora ejecutiva de Projeto Paradiso, comenta acerca de esta serie de programas de apoyo, fomento y formación del sector audiovisual que se lleva adelante con el apoyo del Instituto Olga Rabinovich de Brasil, entre los que figura Show me the Fund, una plataforma creada junto a Brazilian Content y Cinema do Brasil.
¿Cuáles son los principales objetivos de Projeto Paradiso?
Nuestro principal objetivo es apoyar a los talentos del sector audiovisual brasileño, mediante su capacitación e internacionalización. Para eso, ofrecemos una serie de oportunidades que van desde becas de estudios en instituciones de referencia mundial, cursos y mentorías, estudios sobre el sector; hasta apoyos financieros a la internacionalización de obras y proyectos de ficción en grandes festivales y mercados. Con ese amplio abanico de acciones, conseguimos alcanzar a profesionales en diversas fases de sus carreras y conectarlos con el mercado global.
¿Qué iniciativas del Projeto Paradiso han sido las mejor recibidas por el sector audiovisual brasileño?
Una de nuestras iniciativas mejor recibidas es el programa Brasil no Mundo, de apoyo a la participación de talentos, proyectos y obras en los principales festivales y mercados internacionales. Los premios y apoyos financieros pueden usarse en las formas que el equipo de producción decida, para la traducción de materiales, para cubrir costos de pasajes, contratar una agencia de prensa o para finalizar la producción.
Por el feedback que recibimos, la agilidad de estos fondos y su flexibilidad son aspectos muy valiosos para los proyectos, especialmente en un momento en el que los programas automáticos de apoyo a la exportación del cine brasileño de Ancine, del Ministerio de Relaciones Exteriores y de Apex se encuentran paralizadas.
También se destacan las Becas Paradiso, que ofrecemos para cursos, residencias y talleres de guion, producción, marketing, dirección. Las políticas públicas de fomento al sector audiovisual brasileño tradicionalmente han carecido de oportunidades orientadas a la formación de los profesionales, pues se han centrado principalmente en apoyos a proyectos. Un aspecto fuerte son las instituciones socias, una lista que incluye nombres como EICTV, TorinoFilmLab, EAVE, Pop Up Film Residency, Ikusmira Berriak y Produire au Sud, entre otras.
Una tercera iniciativa con una excelente recepción del público es Paradiso Multiplica, orientado a la difusión del conocimiento de los profesionales apoyados. Luego de recibir sus becas y de estudiar en esas instituciones de referencia, los profesionales vuelven y comparten esos conocimientos con el público brasileño mediante cursos, masterclasses y mentorías, siempre gratuitas. Es nuestra principal iniciativa de democratización del acceso al conocimiento.
Por último, no puedo dejar de mencionar Show me the Fund, una plataforma que creamos junto a Brazilian Content y Cinema do Brasil para responder a la necesidad de diversificar las fuentes de financiamiento de los proyectos audiovisuales, considerando que los recursos públicos de la esfera federal han escaseado en los últimos años.
¿Cómo observa al sector de la producción audiovisual en Brasil?
La industria audiovisual brasileña parece atravesar un punto de inflexión. A partir de una reducción de la actuación de Ancine en los últimos años, hoy vemos que la mayoría de las producciones del país se realizan principalmente con recursos de las grandes plataformas de streaming. En tanto, el sector se encuentra en pleno debate sobre una reglamentación que aún no ha ocurrido. La situación se vuelve especialmente delicada en un año de elecciones presidenciales. A pesar de las dificultades, nosotros seguimos viendo que la diversidad y la originalidad de las producciones brasileñas continúan conquistando el mundo. Nuestro audiovisual es reconocido y muy apreciado por el mercado internacional.
¿Cuáles son los contenidos brasileños más demandados por el mercado internacional?
Nosotros seguimos los contenidos brasileños que vemos llegar a los principales laboratorios, mercados y festivales internacionales y somos testigos de la significativa posición que ocupa Brasil en esos importantes espacios de reconocimiento de nuestro talento. Los talentos, proyectos y producciones seleccionadas en los principales escenarios estadounidenses muestran la pujanza del cine independiente nacional.
Percibimos que la diversidad y la multiplicidad de narrativas brasileñas se han valorizado en el mercado internacional, que viene a buscar aquí ese tipo de cinematografía en proyectos y obras de cineastas como Grace Passô, Gabriel Martins y Madiano Marcheti.
Creo que la diversidad del cine brasileño es un gran triunfo en la esfera internacional, aunque también lamentamos que a las mismas obras muchas veces se les dificulte encontrar audiencias en su propio país.
Uno de los pilares del proyecto es la formación. ¿Cuál es la estrategia de acuerdos de formación profesional y cómo se evalúan los resultados?
Nuestro objetivo con las Becas Paradiso es aportar a la formación e internacionalización de los talentos del sector audiovisual brasileño. No obstante, entendemos que las instituciones tienen un expertise para la selección de los profesionales, ámbito en el cual no interferimos. Por lo tanto, nuestro rol es ofrecer una curaduría y seleccionar las instituciones y cursos que entendemos puedan agregar más valor para el mercado brasileño. Ellos eligen a los profesionales. Hoy tenemos más de 15 instituciones internacionales con nosotros, en acuerdos que se renuevan y amplían año a año. Muchas llegan a buscarnos luego de notar que nuestra beca y su difusión aumenta la búsqueda de brasileños por sus oportunidades.
Para nuestra felicidad, en menos de tres años de actuación ya tenemos más de 100 profesionales en la Red Paradiso de Talentos, que reúne grandes nombres, figuras consolidadas en el mercado, y jóvenes promesas que queremos mantener cerca.
¿Qué casos de éxito internacional puede destacar del Projeto Paradiso?
Primero, Marte Um, de Gabriel Martins, que ganó el Premio WIP Paradiso en Ventana Sur el año pasado y acaba de estrenar en Sundance. También premiamos el año pasado, en Cinélatino – Rencontres de Toulouse, con el Premio WIP Paradiso, el largo Deserto Particular, de Aly Muritiba. Tiempo después, volvimos a apoyar la película cuando se exhibió en el Festival de Venecia, luego de ser la producción brasileña seleccionada para competir al Oscar. Este año, Fogaréu, de Flávia Neves, estrenará en la muestra Panorama de la Berinale, título también apoyado por Projeto Paradiso en el Ventana Sur de 2020. Es muy gratificante poder apoyar un proyecto en distintas etapas de su producción, y estos son solo algunos títulos que tuvimos el orgullo de ver.
¿Qué oportunidades y desafíos tiene el sector audiovisual brasileño por delante?
De una década de elevada inversión pública, el sector audiovisual brasileño pasó a prácticamente a un punto muerto. Este contexto, en un año de elección presidencial, apunta a una transición, que puede tener aspectos positivos -como superar viejos vicios y modernizar algunas prácticas- pero también negativos, como el estancamiento de la industria y la concentración cada vez mayor de los medios de producción.
En paralelo, Brasil ocupa un lugar destacado en la agenda de las plataformas internacionales, que ven aquí un mercado consumidor y también productor, lo cual puede traer una dinámica interesante de desarrollo de contenido nacional, en caso de que exista una regulación favorable.