Mireia Acosta, development consultant de Starz en España; Jaume Ripoll, cofundador y director editorial de Filmmin; y Vanesa Rosas, CCO de Blim TV protagonizaron este jueves una conferencia en Iberseries Platino Industria para detallar sus operaciones, objetivos y modelos de producción.

Y, en medio de esta streaming wars, las tres plataformas presentaron ante la audiencia su gran diferencial con respecto a las OTTs más grandes a la hora de trabajar con los productores: su flexibilidad para negociar derechos.

«De Starz destacaría la flexibilidad comercial. Tenemos que ser muy creativos comercialmente porque no tenemos tanto dinero como Netflix o HBO. Y tenemos que generar ese contenido que resulte interesante y hacerlo de una manera creativa comercialmente», explicó Mireia Acosta.

«Por eso, no nos quedamos con el 100% ni en financiación ni en derechos. Somos muy flexibles a cerrar acuerdos con los productores, estamos muy abiertos. Eso creo que nos diferencia del resto», agregó.

En la misma línea se pronunció Jaume Ripoll, de Filmin: «Cuando tú tienes una Visa que no es negra, necesitas compañeros de viaje para hacerlo y eso pueden ser productores que quieren quedarse con derechos, otras televisiones o agentes de ventas».

De hecho, Ripoll anunció ante el público que Doctor Portuondo, su primera producción original producida junto a La chica de la curva, busca actualmente agentes de ventas para su distribución internacional.

Vanesa Rosas, de Blim TV, detalló finalmente que aunque actualmente la plataforma no está realizando producciones originales, sí está haciendo inversiones en películas para poder emitirlas como Exclusives.

«Ahora no estamos produciendo como tal. Hace dos años se hicieron ocho series para Blim y en su momento lo que se hizo fue que los productores llegaron a presentar proyectos o realizaron obras por encargo nuestra. En aquel entonces Televisa se estaba abriendo a un nuevo mundo donde no necesariamente él decide todo. Entonces teníamos que ser más abiertos. Ahora con estas películas que estamos estrenando, no son nuestras. Nosotros invertimos cuando todavía no estaban terminadas, pero la IP es del productor. Se trata de ser abiertos. Tenemos que estar abiertos y ser flexibles y entender que estamos en otro momento», señaló.

La importancia de la diferenciación

Desde Starz, Mireia Acosta explicó que la intención de la OTT es producir dos series originales al año, por lo que es muy necesario para la plataforma afinar la mira lo más posible a la hora de dar luz verde a un proyecto.

«Somos la plataforma más barata por lo que apuntamos a hogares que ya tienen otras plataformas. No buscamos gustar a todos sino a públicos más específicos. Se elige con mucho cuidado. En nuestro caso llevamos dos años viendo contenidos. Tenemos 26 millones de suscriptores en el mundo y por eso nuestros contenidos tienen que ser muy exclusivos, ya que no vamos a ofrecer 10 series al año y no tenemos dinero para hacer 10. Tenemos que ir bien a nuestro target», explicó.

«No queremos series anecdóticas ni mainstream. Tenemos un público adulto y sofisticado y eso nos descarta mucho género. No hacemos ciencia ficción ni horror, apostamos más por el drama que por la comedia. Estamos muy centrados en el drama adulto. Y queremos series con dos temporadas, por lo que no buscamos ni miniseries ni basadas libros. Queremos series que lleven a la gente a la plataforma», agregó.

Algo similar se busca desde Filmin: «Al final no olvidemos que las series se parecen un poco a las ostras: son caras, duran poco y a veces sientan mal. El estado natural de una obra de ficción es el fracaso…eso lo tenemos que aceptar. Lo que buscamos todos, sobre todo los que tenemos poco dinero, es la excepción. Conseguir contenidos relevantes. ¿Y cómo se consigue eso? Cada uno tendrá su manera… Las fórmulas las sabemos, el tema es cuál elegimos y con cuál hacemos ese viaje», opinó Jaume Ripoll.

«El mercado está maduro pero el espectador está abrumado. La abundancia se combate con nostalgia o novedad. En esa doble ecuación es donde plataformas como las nuestras tenemos que encontrar nuestro espacio. Y sobre todo, creemos en dar libertad al creador. No tiene ningún sentido confiar en talento para maniatarlo», completó.