Ante el contexto regional provocado por la pandemia del Covid-19, Uruguay se ha convertido en una especie de isla dentro de América Latina con pocos casos y una nueva normalidad ya en marcha.
El sector audiovisual, de hecho, ya ha activado los protocolos para retomar la producción.
En ese sentido, Ernesto Musitelli, socio y director general de Musitelli, comparte con ttvnews los planes de Reducto, el centro de producción y estudios de la compañía que busca ser un referente en la región para los proyectos audiovisuales internacionales.
¿Cómo se lleva esta situación de pandemia?
Esta situación nos puso en pausa desde el 13 de marzo, cuando se declaró la emergencia. Si bien no hubo una prohibición desde el Gobierno de suspender la producción audiovisual, por la vía de los hechos la actividad se frenó. Nuestro proyecto depende de la actividad audiovisual, por lo tanto, hicimos una operación de repliegue, mientras entendíamos cómo se iba a resolver este momento.
Sin duda, el Covid-19 es una situación que nos debilita en el corto plazo. De todas formas, el proyecto es a mediano y largo plazo. Nos encuentra también con cierta solidez y respaldo para enfrentar esta situación. Algún costo vamos a tener que pagar, pero el proyecto sigue y no nos va a frenar esta coyuntura.
Musitelli es una empresa referente del sector de la producción audiovisual en Uruguay…
Musitelli es una empresa familiar. Estamos en actividad desde el año 1997 y proveemos todo lo que tiene que ver con equipamiento: cámaras, iluminación y maquinaria para la producción audiovisual, fundamentalmente para publicidad. Esa ha sido históricamente una de las patas más fuertes de nuestra actividad. También largometrajes y algo de TV. Y en estos últimos años también todo lo que tiene que ver con series y el mundo digital.
¿Cómo surge Reducto?
Uruguay en los últimos 10 años se transformó en un centro regional para la producción de proyectos para otros países. El 80% de la facturación de Musitelli se explica por servicios que se filman en Uruguay, pero que son para otros países. Se filman comerciales para Argentina, Brasil, México, EEUU, Canadá, Inglaterra. Nos hemos vuelto una locación interesante por muchas razones.
Somos una opción para proyectos internacionales y eso ha explicado nuestro desarrollo y el perfil de empresa que hemos construido. Tenemos un perfil de equipamiento y un modelo de gestión que podríamos estar en EEUU o Europa. Es una réplica de cómo funcionan estas empresas en esos mercados.
Nuestro trabajo ha sido pensar qué cosas podemos hacer para mejorar las condiciones e infraestructura para que en Uruguay se pueda filmar más y mejor. El proyecto Reducto es básicamente eso. Nos encontramos con 10.000 m2 en un punto ideal, céntrico.
¿Cuál es la inversión para Reducto?
Estamos en la fase 1. La compra del inmueble y la primera etapa de la construcción, con una inversión de 4 millones de dólares. La etapa 2 es para la insonorización de los estudios. El proyecto técnico y el presupuesto ya están. Saldremos de esta coyuntura y esa será la siguiente fase. Nos quedan algunas áreas de servicio, oficinas y una cafetería para la próxima fase. La inversión total del proyecto sería de unos 8 millones de dólares.
¿Cuál es el objetivo de Reducto a largo plazo?
En Uruguay no hay demasiadas opciones de estudios. El fuerte no ha sido ofrecer producción en estudios. La gran mayoría de los proyectos son trabajos en locación. Estamos imaginando un escenario donde la producción publicitaria está cambiando y lo que está creciendo es la producción de contenidos hacia el mundo de las plataformas como Netflix, Amazon, HBO, Disney y Hulu. Hay una movida importante en el mundo y en la región. Brasil y México tienen una producción importante. Argentina un poco menos. Y desde Uruguay estamos trabajando para captar ese volumen de producción. Uruguay tiene muchas ventajas.
¿Cuáles son esas ventajas?
Van desde logísticas, a costos, previsibilidad y una muy buena infraestructura técnica, conectividad y recursos humanos. Uruguay tiene un paquete de condiciones para que estos proyectos puedan decidir producir localmente. De hecho, ya ha habido experiencias. HBO estuvo filmando con mucho éxito.
Y en este plan entra Reducto…
Ese volumen de producción va a crecer, se va a sostener y con Reducto vamos a poder desarrollar una industria de contenido para la región y el mundo. Es un proyecto de infraestructura para que una parte de eso se pueda resolver con nosotros.
¿Cuál es la infraestructura y que servicios ofrecen?
Tenemos 2 estudios, pero después es un centro de producción. Funciona Musitelli y dos empresas de posproducción, Colour y, otra empresa de efectos, VFX Boat. También las productoras Cimarrón y Mediapro. Buscamos siempre que las empresas que funcionan en Reducto tengan un mismo denominador. No nos interesa llenar el espacio, nos interesan los proyectos que esas empresas puedan traer.
¿Cuáles son los siguientes pasos?
Esta situación un poco condiciona el ritmo del proyecto. Es un paréntesis que quedará en el almanaque del 2020. Hay proyectos que se están preproduciendo para filmar en el segundo semestre de 2020 o en el primer trimestre de 2021. Son proyectos de películas y series. Algunos están confirmados y otros en fase de presupuestación.
Por otra parte, el coronavirus nos está dando una ventaja en términos de seguridad. En Uruguay hemos logrado manejar bien la situación y hay algunas cosas que están sucediendo a nivel regional, que hacen que se esté viendo a Uruguay como una opción, sobre todo si nos comparamos con los vecinos.
Pienso también en las facilidades del país en términos de incentivos para producciones internacionales…
También explica el potencial y el interés de estos proyectos en Uruguay. Se llama Programa Uruguay Audiovisual [PUA]. Actualmente es un programa piloto sumamente exitoso. Tiene dos líneas. Una para la producción internacional y otra para la nacional. Básicamente funciona reembolsando los gastos de la producción al productor. Es un esquema que funciona en todo el mundo. Todos los países que definen la producción audiovisual como una industria que quieren potenciar, tienen esta herramienta. Hay algunos proyectos que están confirmados que se concretan a partir de la existencia de estos incentivos.
¿Cómo funciona el PUA?
Una vez que el proyecto se filma se le hace la devolución al productor extranjero. Según los topes del gasto es un 20% o 25%. Cada proyecto tiene un tope máximo de devolución de 400.000 dólares. Si se filma un proyecto que tiene un gasto de 1.600.000 dólares, te devuelven el 25%, 400.000. Si filmás y tenés un gasto de 2 millones, igual te devuelven 400.000. El porcentaje de rembolso es sobre algunos gastos elegibles. Hay algunos gastos que no forman parte como, por ejemplo, los pasajes de avión, gastos de marketing y distribución. Estos son gastos de producción y contratados con empresas o individuos locales.
¿Qué sucede con el incentivo a las coproducciones?
El PUA nacional busca estimular la producción de contenidos nacionales y las coproducciones con otros países de la región. En cualquiera de las dos líneas, el programa ha sido fundamental para asegurar varios proyectos. En este momento estamos en conversaciones para fortalecer el programa.
Uruguay ya tiene una tradición de experiencia, confiabilidad y flexibilidad. En estos últimos 15 años hemos trabajado muy bien la pata publicitaria. Lo que hay ahora es una definición del sector privado y del Gobierno de que esta es una actividad con potencial. Eso es lo que este programa expresa: la decisión del Gobierno de desarrollar industria porque tiene un impacto inmediato en la economía.
¿En el plan de Reducto hay espacio para la academia?
Desde Musitelli lo hemos hecho con todas las instituciones y desde Reducto es algo que lo tenemos como uno de los ejes a desarrollar. Y en todo este programa de fortalecimiento de la producción hay varios proyectos que tienen que ver con la capacitación de los recursos humanos.