Mariano Kon, detalla a Revista TTV Digital la experiencia de desarrollar y gestionar Cont.ar, la plataforma OTT de los Medios Públicos de Argentina, la búsqueda de la internacionalización del contenido argentino y los próximos planes en el desarrollo de negocios.
Con más de 25 años de trayectoria en la industria televisiva, Mariano Kon es un profesional que se ha movido entre la TV, la producción y los nuevos medios.
En este sentido, durante los últimos tres años estuvo focalizado –junto a un equipo de profesionales- en crear, desarrollar y gestionar la plataforma OTT Cont.ar y en paralelo internacionalizar la librería de unos 30.000 títulos en los mercados internacionales.
En diálogo con Revista TTV Digital, Mariano Kon, ya desvinculado del sistema, comparte cómo fue este proceso, su visión de la industria en la actualidad y los próximos pasos enfocado en el desarrollo de proyectos y contenidos.
¿Cómo fue la experiencia de creación de Cont.ar?
Cont.ar nació como una especie de paraguas que identifique a los contenidos argentinos. Nos parecía una marca potente y con gran posibilidad de crecimiento. Creo que la inversión en medios públicos en Argentina está muy atomizada en distintos actores. Por un lado, el INCAA, RTA, los canales de cable, plataformas OTT. Me parecía muy importante que fuera como un sello contenedor para todo lo que implique contenido argentino.
¿Cuál ha sido tu rol específico?
Me convoca la administración anterior para trabajar en lo que es contenidos en una especie de comité de notables, de profesionales del medio, con Ronnie Amendolara, Gastón Cami… Mi primera impresión es que más allá de si un medio es público o es privado, si tiene contenidos, audiencia, programación y múltiples plataformas, es un multimedio y, tiene que comportarse como una corporación multimedia.
Ese multimedio, como la BBC o France Television, se debe comportar de determinadas maneras porque hay prácticas industriales, organizaciones internas, planificación, presupuestos y procesos.
Yo me acerque a aportar con una mirada de industria, que todo lo que se produce tiene valor en una era donde las propiedades de las librerías marcan la cancha de las OTT. Los medios públicos tienen decenas de horas. Desde ficción, infantil, musical a servicios. Y esa librería con una curaduría adecuada a nivel de contenido, técnico y legal; tiene un valor incalculable a nivel internacional. Definitivamente se puede armar un círculo virtuoso.
Paralelo a eso, había una premisa muy importante que era modernizar los medios públicos, salir del canal lineal como puede ser TV Pública o los canales de cable y, empezar a pensar hacía adelante y por eso se invierte muy fuerte en la plataforma Conta.AR, que viene a completar la oferta de Cine.AR.
No son los mismos servicios, pero son ambos públicos…
Cine.ar depende del INCAA pero no deja de ser contenido público, pero de alguna manera tiene una campana distinta. Y Conta.ar viene a ser todos los contenidos que no son cine, porque hay contenido deportivo, infantil, etcétera… Incluso se pensó fusionar las plataformas en algún momento.
¿Cómo fue el proceso de creación y lanzamiento de la plataforma?
Trabajando contra reloj, porque en un momento se supo que Cont.ar disponía de los derechos digitales del Mundial de Rusia 2018. Fue una carrera para lanzarlo porque era una oportunidad impresionante, ahorrando millones de dólares en marketing y se logró hacer. Fue realmente una experiencia sumamente enriquecedora el hecho de construir una OTT de cero. Yo he manejado y lanzado decenas de canales, pero lanzar de cero una plataforma OTT, fue una oportunidad única. El armado técnico, la construcción de los verticales, la construcción de la marca, definir la navegación y cómo administrar la librería, cómo es la vida de la librería y todo eso dentro de un entorno extraño para alguien que viene de la industria y que es el ámbito de lo público.
Por un lado, lanzamos la plataforma y por otro la internacionalización de los contenidos. Comenzamos a ir a los mercados como Mipcom o Natpe con la idea de fomentar y traer más y mejores contenidos para que la industria en Argentina se potencie y coproduzca con la región. Por ejemplo, producimos animación y documentales con Corea. Y así se empezaron a abrir puertas.
En el medio hubo un cambio de gobierno y mucha incertidumbre. Yo seguí con mi rol para asegurar una cierta continuidad hasta que llegó la pandemia. No llegamos a establecer una fase dos. La pandemia trastocó todos los planes.
¿Cuántas horas tiene la librería de Cont.ar y cuántos suscriptores?
Bastante más de 1 millón de suscriptores. Y títulos subidos ahora debe haber entre 5000 y 6000 horas. No sé cómo se está administrando ahora. Hay muchísimos más. Si juntas todo debe estar en unas 30.000 horas. Lo que pasa es que hay revisar el contenido de lo técnico, legal y administrativo. Hay que hacer un inventario. Esa es una cuenta pendiente que tiene los medios públicos, revisar su librería y poner en valor para hacerla circular, que eso genere dividendos.
Lo que yo rescato es la posibilidad de haber construido una OTT. Hoy puedo decir que participé del lanzamiento y la gestión de una plataforma OTT. Y les voy a estar agradecido a las dos administraciones eternamente.
Nuestra industria se concentró tanto, que son los que programan, hacen marketing, producen, compran. Estamos hablando de los últimos 5 años. La experiencia de haber estado en estas dos líneas. La construcción de una plataforma para mí fue una experiencia extraordinaria y estoy listo para ir por ese lado. Y por otro, esta experiencia de construir una librería para salir a venderla y generar coproducciones para la región. Básicamente lo que hice toda mi vida: la gestión de canales a trabajar con productores como Cuatro Cabezas o Plataforma.
¿Cómo ves la industria en la región?
Es un momento fascinante y estremecedor. Básicamente es el momento de reescribir los manuales. El que pretenda tener la certeza de cómo van las cosas está mintiendo. Esto va muy rápido. La oferta se está concentrando de una manera feroz. Si hablamos de las plataformas, sabemos cuáles son los jugadores y que son cinco y, acá estamos viendo los coletazos de las grandes peleas, pero todos sabemos la importancia de América Latina en términos de abonados.
Y en contrapartida hay una atomización brutal de los proveedores de contenidos. Ahora todos están generando contenidos. Por ejemplo, una asociación como The New York Times con Amazon dio la serie Modern Love, algo antes impensable. Hoy por hoy, tenemos que coproducir y generar alianzas.
La TV abierto no murió. Parecía que se había muerto el formato, pero de ningún modo. Están los MasterChef… El contenido sigue estando. Hay que ser creativo no solo de lo creativo sino de la construcción del negocio, porque no todo pasa por la plataforma, todavía hay vida por otro lado. Y no estoy hablando del resto del universo brutal que está sucediendo: redes sociales, Twitch, Instagram, eGames o ¡YouTube! que es el gran monstruo del VOD.
¿Próximos pasos en la industria?
Por el momento me voy a tomar un tiempo para profundizar en relaciones que ya tengo en curso, esta cuestión de asociatividad para tender puentes con plataformas, canales, productores y contenidos. Una de las cosas que hicimos fue escribir y desarrollar contenidos y, hablaron productoras de México, US, Francia, Brasil y Argentina. Muy atento a qué está pasando en Uruguay. Estoy fortaleciendo vínculos que ya existen para hacer mejores proyectos y, por otro lado, abierto y escuchando ofertas.