Marina Dimitrius, directora Sénior de Programación y Promociones en el Aire de Hemisphere Media Group, detalla a ttvnews la estrategia del canal Pasiones para posicionarse como un destino de la ficción turca en la región.

El canal de Hemisphere Media Group (HMG) Pasiones es otra de las pantallas de Iberoamérica que ha apostado a la programación de contenido turco.

En este sentido, tanto el feed doméstico como el panregional de Pasiones cuenta con títulos turcos para satisfacer la demanda de una audiencia ávida por este contenido.

En diálogo con ttvnews, Marina Dimitrius, directora Sénior de Programación y Promociones en el Aire de HMG, detalla parte de la estrategia del canal y el contenido turco.

¿Qué dramas turcos tiene al aire actualmente Pasiones?

Pasiones tiene dos señales, una para el mercado hispano en EEUU en la que tenemos Madre, Elif, La novia de Estambul y Fugitiva; y otra señal para Latinoamérica donde tenemos a Hayat y Rosa Negra.

Eso sí, siempre apuntamos a la variedad, así que, aunque hoy ofrecemos varias turcas, también tenemos novelas brasileñas, mexicanas, coreanas, indias, chilenas, colombianas y portuguesas, ya que la premisa de nuestro canal es darle al televidente la mejor oferta multicultural dentro del género.

¿Por qué cree que el contenido turco es tan popular en Iberoamérica?

Hay varios aspectos que analizar. Las novelas turcas tienen esa estructura clásica que al latino le gusta ver, que es, a grandes rasgos, una trama convincente con X número de conflictos, protagonizada por personajes atractivos, un nudo que se desenlaza poco a poco con cada episodio y, por último, la resolución a todos los conflictos presentados.

Y si bien a diferencia de la novela latina no siempre culmina con un final feliz, igualmente el televidente lo ha aceptado. Claro, esto es una simplificación de un guion, pero es más o menos lo que la gente ha llegado a esperar y busca en una telenovela, y los turcos han perfeccionado esta receta.

Por otro lado, tenemos el aspecto cultural. Las novelas turcas tienen justamente el toque necesario de lo exótico, de algo diferente, pero a la vez hay muchas similitudes entre nuestras culturas y los latinos se sienten identificados con los personajes y las tramas que los envuelven. Sumado a que los protagonistas son muy atractivos, tanto hombres como mujeres, haciéndonos recordar a los famosos galanes latinos.

Por último, y muy importante, es la excelente calidad de producción, vestuarios y paisajes hermosos, lujosas mansiones, y pintorescas locaciones lo que obviamente atrae al público telenovelero. Lo mismo que sucedió con las novelas brasileras. Son diferentes, pero lo suficiente familiares como para atraparnos y si además las tramas son interesantes, es el mix perfecto.

¿Qué tipo de títulos turcos quiere ver el espectador?

Como decía, al televidente le gusta conocer otras culturas, pero, dentro de la estructura tradicional de la novela. A nuestro público en particular, le gusta más las historias y tramas que se inclinan a lo tradicional. Hay muchos subgéneros entre lo que es el mundo de las producciones turcas: acción, mafia, drama policial y mucho más. Ahí es que va cambiando la cosa dependiendo del gusto de la gente. Pero nuestro televidente suele ser más tradicional, así que nuestra oferta en Pasiones sigue la demanda por ese tipo de contenido: el drama con una historia de amor fuerte. Igual, siempre tratamos de empujar los horizontes, de ser innovadores y experimentamos un poco para ver qué funciona bien, a qué responden. Hemos probado con novelas que abordan temas bastantes difíciles y les ha ido muy bien.

¿Cuál es el perfil del espectador de este contenido?

El que ve la novela turca es el mismo que ve todas las novelas, un novelero tradicional. En Latinoamérica, suele ser un público más joven que el de los EEUU, porque existe ese aspecto tradicional que las familias ven las novelas en la tarde y los jóvenes también se suman.

En EEUU, tiende a ser un público mayor, ya que la realidad socio cultural del país es diferente, y el joven aquí tiende a consumir más producciones americanas. Pero no hay público diferente o definitivo que ve novelas turcas, como pasa por ejemplo con las novelas coreanas. Es solo un consumidor atraído por un producto diferente.

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