«Los formatos potencian a la industria local»

Luis Castro, gerente de Producción de Saeta Canal 10, detalla a ttvnews los desafíos del canal uruguayo para la adaptación de big shows como MasterChef y Got Talent.

En los últimos años, Saeta Canal 10 de Uruguay ha apostado a reforzar la producción de programación a través de la adquisición de formatos internacionales, como es el caso emblemático de MasterChef, que se transformó en un hito de la TV uruguaya.

Esa apuesta ha ido creciendo con la adaptación de shows como Got Talent, para los que el canal uruguayo ha formado equipos de producción con un know how consolidado para los desafíos que requiere la producción de big shows.

En diálogo con ttvnews, Luis Castro, gerente de Producción del canal, detalla cómo ha sido el proceso y cuáles ha sido los desafíos para que Canal 10 se referencia de la pantalla local.

¿Cuáles han sido los desafíos para el área de producción de Canal 10 en este tiempo?

Hoy tenemos más del 60% de la programación en horas de producción nacional contando los espacios informativos. Ha sido un desafío muy grande mantener el motor encendido y la producción funcionando con formatos internacionales, que muchos son de gran porte y que conllevan equipos de producción muy grandes. Ese fue el gran desafío.

Un ejemplo es lo que representó el estreno de la primera temporada de Got Talent en plena pandemia…

A nosotros nos agarró la llegada del Covid con el estreno de Got Talent, la apuesta más grande que hemos hecho. La situación nos llevó a demorar algunas semanas el estreno. Cuando había mucha incertidumbre entendimos que era el momento de emitir las audiciones que ya estaban grabadas. Fue todo un suceso.

El formato tiene la particularidad que cada etapa tiene una lógica de producción y rodaje. Tuvimos que volver a grabar y luego a salir en vivo con todos los protocolos. Lo fuimos trabajando en paralelo a cómo iba evolucionado la situación sanitaria del país. Llegamos a la final en el Antel Arena y todo salió muy bien.

En paralelo también produjimos MasterChef Celebrity, también elaborando protocolos enfocados en la dinámica de la competencia. Por ejemplo, ¿cómo poder trabajar en las cocinas? ¿Qué cantidad de participantes podían coincidir en cada prueba? Se trabajaron todos los lineamientos y nos fue muy bien con la primera temporada.

Y siguiendo la evolución de la pandemia en el país, el canal estrenó este año la segunda temporada de Got Talent, pero también su versión local de Who Wants to be a Millonnaire?…

Arrancamos el 2021 con las audiciones para la segunda temporada de Got Talent, que a diferencia del año pasado que recorrimos todo el país, este año hicimos base en el teatro El Galpón de Montevideo. Por la situación sanitaria no podíamos recorrer el país, pero lo que hicimos fue traer participantes de todo el país con medidas sanitarias muy fuertes. Eso nos permitió poder grabar las audiciones en febrero y marzo.

En el caso de ¿Quién quiere ser millonario? lo estamos grabando con pandemia. Tanto de Banijay, Sony y Fremantle tuvimos mucho feedback de cómo se estaban grabando y resolviendo estos formatos en otras partes del mundo. Y para ¿Quién quiere ser millonario? tuvimos el asesoramiento de Sony teniendo ya en cuenta ciertos protocolos y cambios para la adaptación. Por ejemplo, el uso del comodín de la tribuna lo tuvimos que sustituir por el telefónico. Estamos contentos de cómo quedó el producto.

¿Qué resultados ha dejado al canal estos años de adaptación de formatos internacionales?

Creo que hay una curva de aprendizaje muy importante por los años que llevamos apostando a la adaptación de estos formatos internacionales, que además son marcas reconocidas a nivel mundial y que tienen versiones en todas partes del mundo. Eso nos ha permitido ver cómo se hacen en Italia, EEUU o Francia.

Pero además de lo que sobresale con estos shows, que es la apuesta y el look, hay una parte que no se ve, pero que es fundamental a la hora de que el contenido llegue a la gente y que hemos logrado en el canal con los equipos de producción que se han especializados en estos formatos: ¿cómo potenciar a los participantes y a las historias? ¿Cómo alimentar situaciones que sean funcionales al show? Creo que ahí hay una fortaleza muy grande. Hemos generado roles y equipos de producción muy fuertes. Por ejemplo, nosotros que venimos de la TV, con Got Talent, nos tuvimos que convertir también en productores de espectáculos en una sala.

El know how de estos años está bien aceitado…

Exacto. Con MasterChef Celebrity nos pasó que veníamos de hacer versiones amateurs y de repente fuimos a buscar celebridades, pero nunca perdimos el foco de la competencia culinaria del programa. Ahora estamos preparando una segunda temporada.

¿Cómo se trabaja a nivel interno del canal la elección de un formato?

Cuando se toma una decisión de este tipo se involucra a todas las áreas del canal. Desde el área de contenidos, de programación y adquisición, a la de producción y, claro, la dirección del canal y el área comercial, que evalúan la potencialidad del formato. Se hace un balance, se estudian los pros y contras, se analiza y se establece un presupuesto tentativo. Después se trabaja en conjunto encolumnados en la realización con técnica y operaciones, que son áreas clave.

¿Cuántas personas se ven involucradas en la realización de un formato como MasterChef?

Con el correr de las temporadas vamos haciendo ajustes, pero estamos en el entorno de las 80 personas. Hemos tenido que adaptarnos mucho a las dinámicas de producción para que producciones muy grandes puedan seguir trabajando de forma escalonada. Entonces las distintas áreas de producción de un programa trabajan de forma compartimentada. Eso nos ha permitido grabar sin demasiados sobresaltos.

La línea del canal con la adaptación de formatos es bastante clara. ¿Hacia dónde se dirige la búsqueda en este sentido?

Esa es una pregunta para programación y adquisiciones. Nosotros nos embarcamos en esta idea de producir contenidos propios. En un momento comenzamos con los formatos de juegos, como Salven el millón, que fue uno de los primeros que adaptamos. Era un programa que generaba hábito. Nos fue bien. Seguimos con Escape perfecto que, si bien tenía preguntas y respuestas, también tenía la parte física. Después avanzamos a la competencia gastronómica con MasterChef. Fue un hito en la TV. Hicimos Pasapalabra que es otro game que tiene un giro interesante con los famosos que vienen a acompañar al participante. Con Got Talent abrimos el espectro del talento. Las inquietudes de seguir buscando siempre están.

Pero más allá de estos formatos, no quiero olvidarme de programas como los espacios de magazín en vivo que todo este año fueron una compañía invalorable para la audiencia y que son el gran complemento de los big shows. También tenemos otros tipos de formatos de actualidad y humor, como Polémica en el bar y La peluquería de don Mateo, con los que también nos ha ido muy bien. También el programa de archivo y humor Sonríe te estamos grabando, que estrenamos este año y Subrayado, que es el informativo más visto del país y un punto de apoyo esencial para todos nuestros programas.

Polémica en el bar es un formato que se adaptó muy bien a la coyuntura local…

Superó nuestras expectativas. La producción y el departamento comercial han trabajado muy bien. Polémica en el bar es un ejemplo de cómo interpretar lo que el televidente quiere. El formato podía ir para cualquier lado. Originalmente era un formato de humor. En Argentina va por otro lado. Pero escuchando el ida y vuelta con el televidente, ycon el advenimiento de la pandemia, fue el estar muy atentos a lo que la gente nos pedía.

Hoy la TV tiene como ventaja el poder conocer de primera mano lo que piensa la audiencia sobre los programas…

Es así. Hoy el feedback es inmediato. Pero hay que ponderar todo lo que circula. Uno primero que nada tiene que creer que lo que está haciendo está bien y es lo que se debe hacer, pero también la cintura para moverse si alguien hace un aporte, una crítica. En ese sentido, Polémica en el bar es un programa que se fue moldeando con el ida y vuelta. Y se sigue buscando, acompañando las circunstancias del país, de la sociedad. Es un programa que tiene que sintonizar con lo que está vibrando con la audiencia. Ahí está el secreto.

Este año también generamos La estrella de la cocina, un espacio de competencia en vivo dentro de El show de la tarde. Es la única competencia en tiempo real que se está haciendo en la TV. Nos ha dado muy buenos resultados. La idea es descomprimir y buscar más entretenimiento en la tarde.

Hoy los tres canales privados en Uruguay están apostando a la adaptación de formatos internacionales para el prime. ¿Cómo observa esta tendencia de la TV local?

Me alegro mucho por lo que está pasando en nuestra TV. Creo que aquel sueño de generar industria lo seguimos teniendo y esto potencia una industria local. Creo, con humildad, que Canal 10 ha sido un poco un mascarón de proa de todo esto. Y que los demás se sumen a mí me resulta satisfactorio, porque marca la pauta de que el rumbo que el canal en algún momento quiso trazar, es el correcto. El canal ha invertido números muy importantes en producción, cifras que van acordes a los formatos que compramos y a los desafíos que tenemos.

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