Juana Uribe, creadora de Bolívar, una lucha admirable, serie original producida por Caracol Televisión y Sony Pictures Television; comenta a ttvnews la creación de esta súper producción de 60 episodios centrada en los primeros años del libertador latinoamericano.

Disponible en Netflix para el mercado internacional, Bolívar, una lucha admirable, serie original de 60 episodios creada por Juana Uribe (Escobar, el patrón del mal, La niña), y producida por Caracol Televisión y Sony Pictures Televison, tendrá su estreno «muy pronto» en Colombia.

En diálogo con ttvnews, la autora comparte detalles del proceso de creación de esta súper producción, considerada la «más ambiciosa en la historia de Caracol Televisión», que retrata el lado más humano y terrenal de uno de los libertadores más admirados en toda América Latina.

¿Cuáles fueron los desafíos al crear una obra de ficción en base a un personaje de las dimensiones históricas como Simón Bolívar?

El mayor desafío en esta serie era la enorme cantidad de información que teníamos y la necesidad de articular toda esa información en unos personajes atractivos, y en una dramaturgia que atrapara a los televidentes. Todo esto manteniendo el mayor rigor posible. Otro desafío enorme fue escoger qué eventos se contaban, y cuáles no; así como qué personajes se incluían, teniendo en cuenta que era imposible tenerlos todos.

¿Cuáles fueron las principales líneas argumentales para esta ficción?

Tuvimos tres líneas fundamentales. Bolívar y su historia personal. Su familia, sus amores, sus pasiones. Bolívar y su recorrido militar y político. Y una línea muy fuerte de Manuelita (la libertadora Manuela Sáenz). Desde que tiene 9 años hasta la muerte de Bolívar. Esta última se funde con las dos primeras, la vida personal de Bolívar y la política). Otra línea muy importante fueron las mujeres en la vida de Bolívar y los personajes anónimos que creamos para darle vida a la sociedad que iba atravesando Bolívar a medida que avanzaba la historia.

Imagino que no es nada sencillo llevar a un héroe con grado de mito a la escala de un ser humano, con sus luces y sus sombras…

No, no era fácil. Para esto trabajamos mucho analizando el carácter de Bolívar y las circunstancias que lo rodearon desde niño. Todas las pérdidas que tuvo él -su padre, su madre, su abuelo, su maestro y su esposa-; cruzadas con su carácter hiperactivo y ansioso. Entender lo que significa tenerlo todo económicamente y perderlo todo afectivamente; hasta encontrar un objetivo más grande de lo que se puede imaginar para volcar el dolor y la rabia. Las biografías se ocupan mucho de los hechos, pero poco ahondan en esos aspectos. Fue muy interesante ponerlos sobre la mesa y retomarlos en los libretos.

¿Cómo se fueron integrando los personajes que acompañan al protagonista?

Hay dos grupos. Los que vienen de la vida real: sus hermanos, tíos, generales, esclavos y familiares; y los que creamos. A todos intentamos darle una dimensión más allá de su relación con Bolívar y decidimos crearles una personalidad, un rol de varias dimensiones. Fue muy especial trabajar el carácter de los tíos y entender que el primer gran antagonista que tiene Bolívar es su tío Carlos y luego dimensionar la tragedia de las mujeres de la época al ser obligadas a casarse en matrimonios arreglados, construyendo el personaje de Pablo Clemente. Construimos también el personaje de María Concepción, la madre. Es la primera mujer fuerte que él ve. Determinada, dueña de su vida y encontrará luego similitudes cuando encuentre a Manuelita.

Luego estaban los personajes de ficción. Estos aprovechamos para que se convirtieran en símbolos de la vida cotidiana. De las angustias y preocupaciones de la gente del común. Un especial tratamiento se lo quisimos dar a Manuelita, poniéndola en primer plano, contando su vida desde la infancia y no tratándola como «la amante» de Bolívar, sino como la mujer revolucionaria e importante que fue para su país y para la vida del libertador.

La figura de la mujer tiene un rol preponderante en esta historia…

Creo que en este proyecto hicimos algo que el público ya reconoció: poner a las mujeres que fueron protagonistas en la historia en el lugar que tocaba. Los historiadores siempre las dejan en un segundo plano y nosotros quisimos hacerlas más visibles. No se trata de inventar roles que no tuvieron, simplemente darles la importancia que se les debió dar siempre. Y como digo, el público lo agradece.

Los personajes reales e históricos han sido y siguen siendo un gran atractivo para la ficción audiovisual, desde el cine de Hollywood a las ficciones televisivas de América Latina. Caracol Televisión tiene experiencia en este rubro… ¿Cuáles cree que son las virtudes de estos personajes para las audiencias?

Todos crecemos con esos mitos y con una cantidad de acontecimientos que nos repiten insistentemente a lo largo de los años de estudio. Pero verlos de carne y hueso, oírlos hablar, amar, sudar. Tomar decisiones y dudar… Tiene un encanto muy grande. Nos gusta mucho sentir que de alguna manera llegamos a conocerlos.

Al momento del desarrollo del guion, ¿se aplicó la modalidad de Writers Room?

En este caso la estructura fue así. Había un Writers Room, en el que traíamos la información. Los hechos que teníamos que narrar, los personajes, los hitos de los protagonistas en esos momentos. Ahí estaban sentados: un historiador (Camilo Uribe para los primeros capítulos y luego Isabel Arroyo, para el resto); un psiquiatra y psicoanalista que ha trabajado conmigo desde La niña (Ricardo Aponte); dos argumentistas: María Clara Torres y Leonor Sardi -esta última venezolana-, y una investigadora, Laura Rojas.

Todos traíamos informaciones y en esa reunión establecíamos las tensiones, los personajes y los hechos a narrar. Tomábamos apuntes, yo pedía más investigación o información y luego me iba a estructurar y a escribir el capítulo. En otra oportunidad escribo solo la escaleta, pero en esta había mucha presión de tiempo y yo quise escribir sola. Luego se lo pasaba a Dago García y Mauricio Barreto para correcciones y las hacía. Mientras escribía el resto del equipo avanzaba con Bolívar hacia el siguiente capítulo, la siguiente reunión. Fue la única manera de cumplir los tiempos.

La serie de 60 episodios se estrenó vía Netflix para el mercado internacional y ahora es estrenará en Colombia a través de Caracol Televisión. ¿Qué feedback ha tenido a la fecha?

Yo tengo información del público en otros países que viene de redes, que nos escribe y es maravillosa. Leer a la gente decir que empieza a verla y no puede parar; o que la ven y no dejan de comparar con los libros a ver qué es cierto y qué no; y otros que se declaran fans absolutos del libertador, de Manuelita o de Pablo Clemente, es muy emocionante. Ha sido duro tener que esperar a verla en Colombia, pero espero que pase igual. Que las familias se sienten a verla y cada uno opine y aporte. Que los detractores digan qué les parece bien y qué no, pero que la vean. Al fin y al cabo, es la primera vez que tenemos algo tan completo sobre un personaje del que teníamos muchos momentos aislados pero no su arco de vida.

La serie ha sido presentada en mercados internacionales como Mipcom, Natpe Miami o LA Screenings Independents. ¿Qué valor agregado ofrece esta mega producción a las pantallas internacionales?

Bolívar es una historia universal. De búsqueda de libertad, de héroes de independencia. Una historia con un ritmo fenomenal que está contada en un lenguaje que no excluye, por el contrario. Tiene emociones, aventura, amores, humor, historia y política. Está contada de manera que quien no sepa nada la puede entender y vivir con emoción. Creo que para los televidentes latinoamericános tiene muchos factores de identificación que le van a encantar; y para los que no son tan cercanos, es una historia exótica llena de personajes, paisajes y situaciones atractivas. Insisto que es una historia que no excluye, que no es pesada.

¿Qué otros proyectos de ficción está desarrollando para Caracol Televisión?

Tenemos varios presentados tanto al canal como a las distintas plataformas. Apenas se concreten les contaremos de qué se trata. Por ahora estamos en concentrados en la producción de la segunda temporada de la exitosísima La Reina del flow, que esperamos esté muy pronto en la pantallas.

En la actualidad la producción de series de ficción ha crecido a niveles insospechados en la región, y en este contexto, el talento creativo ha logrado un status que quizá hace unos años no tenía. ¿Cómo observa esta nueva dimensión del oficio del autor?

Yo estoy muy contenta, aunque creo que todavía falta mayor reconocimiento de los autores. Que se sepa quién está detrás de cada producción y se entienda y se le de valor a su trabajo. Como lo hace la televisión americana.

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