Uno de los secretos para tener un éxito sostenido es no dejar de actualizarse, aún cuando se atraviesa un gran momento y esa es la estrategia que está empleando la industria de la TV turca, con nuevos géneros que comienzan a ganarse su lugar, aprovechando el inagotable suceso de los dramas tradicionales.
Antes de repasar cómo la oferta audiovisual turca ha evolucionado más allá de los dramas tradicionales, que explotaron en popularidad en América Latina durante los últimos cinco años, es necesario aclarar que el género original está tan vigente como siempre.
Si hoy los distribuidores de contenido audiovisual turco ofrecen a los compradores nuevos géneros, no lo hacen empujados por una desaceleración en su negocio principal, sino, por el contrario, por las oportunidades creadas –por su propia mano- con las populares «dizi».
Un claro ejemplo de la vigencia y poderío de los dramas tradicionales turcos está en Woman, posiblemente una de las propiedades audiovisuales más importantes del año en Iberoamérica. La serie, distribuida por Calinos Entertainment, no se ha contentado con continuar el lento, pero seguro avance de las series turcas en España, sino que ha apretado el acelerador a fondo: bajo el título Mujer, rompió la barrera de los canales temáticos y ha abierto las puertas de las principales cadenas españolas, batiendo récords de audiencia en Antena 3.
En América Latina, un mercado ya maduro para los dramas tradicionales turcos, el éxito continúa y ha despertado preguntas sobre cómo evolucionará el fenómeno en la región. Muchos aún esperan que la coproducción internacional sea el próximo gran paso del acercamiento entre Turquía y América Latina, pero la realidad –y, por supuesto, el 2020- han vuelto estos proyectos muy difíciles de trasladar del dicho al hecho.
La evolución que se ha visto ha sido más natural, no en grandes coproducciones entre países, sino en una ampliación de la oferta proveniente de Turquía, donde diversos factores han llevado al contenido local audiovisual a apostar por proyectos más novedosos y ambiciosos.
El ejemplo más claro que se ha visto en los últimos años son los dramas históricos. Millonarias producciones, con enormes elencos, múltiples locaciones y espectaculares vestuarios, que han seguido los pasos de fenómenos como Game of Thrones, pero tomando su inspiración de la rica historia y cultura de Turquía.
Se trata ciertamente de dramatizaciones de los hechos ocurridos en las épocas adaptadas, que logran en su mezcla de aventura épica e historias de amor, una narrativa tan atractiva como su fotografía o vestuario.
TRT comenzó la experiencia en Turquía con Resurrection: Ertugrul, por lo que su distribuidora, Mistco, fue de las primeras en presentar el género a los compradores: «Nosotros lo comenzamos con Resurrection: Ertugrul y notamos que los compradores tenían sus dudas sobre el género, pero terminó funcionando fantásticamente a nivel de ventas internacionales», recuerda a ttvnews Aysegul Tuzun, Managing Director de Mistco.
«Lo vendimos a muchos territorios, incluyendo a Netflix de manera global. Fue la serie que abrió las puertas para los dramas históricos turcos», agregó.
Emre Görentas, gerente Adjunto de Ventas para América del Norte y del Sur, MENA de ATV Distribution, comparte con ttvnews que no es sencillo vender contenido histórico, pero se puede hacer con la dosis exacta de drama: «Si tienes un título histórico, como un documental, no hay muchos compradores potenciales para esa serie. Pero cuando tienes algo histórico que suma una historia de amor, puedo decir que hay un interés internacional».
Sobre su drama The Ottoman, el ejecutivo de ATV explica que se trata de un drama histórico, «pero también es un drama romántico, con muchos personajes que tienen sus historias de amor, por eso tiene tanto interés del mercado internacional».
Mistco, que ahora ha sumado otro drama histórico, The Great Seljuks: The Guardian of Justice, nota que, con el camino recorrido, la situación ha cambiado: «Los dramas históricos son diferentes a los otros dramas turcos que traemos a los mercados y es muy bueno ver que hay un incremento en su demanda», comenta Tuzun. «Tuvimos grandes resultados por Resurrection: Ertugrul y creemos que vamos a conseguir lo mismo con The Great Seljuks: The Guardian of Justice«.
Del otro lado del espectro se ubican las comedias románticas, que han crecido en su valor durante los últimos años y, con la audiencia necesitando un respiro de las noticias mayoritariamente negativas de 2020, se han transformado en una excelente adición para cualquier grilla.
«Durante la pandemia nos dimos cuenta que otro tipo de contenido también es capaz de encontrar su lugar en el mercado internacional, por ejemplo, contenido más ligero, como comedias románticas», señala Görentas. «En el pasado esto no ocurría, al menos con producciones turcas, pero durante este año, con todos los desafíos, las comedias románticas ofrecen una oportunidad de relajarse».
Para Lisa Wegscheider, ejecutiva de Ventas para América Latina y España de Eccho Rights, esta evolución no es tan novedosa, tan marcada por la pandemia, pero no por ello deja de ser real: «Podemos ver que siguen apareciendo nuevas historias, pero no creo que sea una evolución reciente. Durante los últimos ha ido evolucionando el género, jugando con el concepto de los dramas románticos».
Otro camino tomado por los dramas turcos es el de utilizar historias reales como la base de su narrativa y, en este año, particularmente historias donde la salud mental tiene un rol preponderante. Este es el caso de productos como The Innocents y The Red Room, dos series que adaptan obras de la psiquíatra Gülseren Budayıcıoğlu.
«The Red Room es sin dudas una historia novedosa y diferente, pero al mismo tiempo presenta las emociones claves que han enamorado a las audiencias por tanto tiempo, como el amor, la pasión, el esfuerzo y la familia», analiza Wegscheider.
El rol de las plataformas
Otro elemento clave para entender la evolución de los contenidos dramáticos turcos es el advenimiento de las plataformas digitales, con su impacto viéndose acelerado durante las cuarentenas necesarias para hacer frente al Covid-19.
En Turquía, BluTV, propiedad de Kanal D, y, por supuesto, Netflix, han cumplido un rol muy importante en marcar el camino hacia otro tipo de contenido: las miniseries.
«Localmente se está produciendo mucho para la plataforma BluTV y para Netflix, que dentro de poco lanzará nuevos títulos turcos», explica a ttvnews Mikaela Pérez, ejecutiva de Ventas para América Latina y España de Kanal D International. «En Turquía, el consumo de streaming durante la pandemia incrementó mucho más que el de la TV abierta».
«Las plataformas están buscando mucho contenido dado que la gente en casa consume mucha más televisión, en todas sus formas», concuerda Beatriz Cea Okan, VP y jefa de Ventas y Adquisiciones de Inter Medya. «Creo que ahí vamos a tener un camino abierto a vender mucho más producto turco, ya no solo a la TV abierta, sino también a las plataformas».
Inter Medya, de hecho, no solo ha planeado distribuir más a las plataformas digitales, sino que abrió su camino como productora trabajando con BluTV. Este año estrenó su segunda ficción original, Respeto, al tiempo que también representa en su catálogo otra novedosa miniserie, Vida interrumpida, de TIMS&B.
«Las miniseries están muy de moda aquí en Turquía», señala Cea Okan. «Son series de siete a diez episodios. Es algo totalmente diferente, es otro concepto, pero creo que es algo que va a empezar a llamar la atención en Latinoamérica y España».
Si bien las miniseries son un caso aparte, la longitud de las series turcas tradicionales también podría empezar a volcarse cada vez a un número menor de episodios.
«He notado que muchos de nuestros clientes están optando por contenido un poco más corto que de costumbre», añade Pérez. «Normalmente licenciamos títulos de 150 y 200 episodios, pero como los compradores no tienen un panorama claro a futuro en temas de programación, están optando por contenido más corto y jugar con la grilla».
Por último, las adaptaciones turcas de contenidos internacionales también comienzan a encontrar enorme éxito en la pantalla local y, por tanto, proyectan buenos resultados a nivel internacional.
La apuesta de Kanal D por adaptar la famosa serie estadounidense Dr. House, titulada Hekimoğlu, ha sido un éxito y va por su segunda temporada. Ahora para finales de noviembre, la señal prepara el estreno de la adaptación local del drama filipino A Mother’s Guilt.
En una mezcla entre ambas tendencias, aunque en el sentido contrario en cuanto a la adaptación, se ubica Alba, la versión española de la turca Fatmagül, que está siendo producida como una serie de 13 episodios. Kanal D International será su distribuidora para la región.