«El reto de la TV abierta es saber cuál es su lugar y no competir donde no cabes»

Ramiro Avendaño, presidente de Canal 1, detalla a ttvnews la actualidad del canal colombiano que en este año celebra su tercer aniversario, generando alianzas y buscando nuevas formas para crecer con una oferta de TV alternativa.

En su tercer aniversario junto a más de 18 millones de televidentes, según datos de Kantar Ibope Media, Canal 1 de Colombia se ha consolidado como una pantalla alternativa, con su estrategia de contraprogramación, sumando horas en vivo, alianzas estratégicas con grandes players internacionales como Sony Pictures Televisión o Amazon Prime Video.

En diálogo con ttvnews, Ramiro Avendaño, presidente de Canal 1, detalla cómo ha sido este año tan desafiante para el canal colombiano y cuál es su visión al frente de este proyecto de TV que se hace fuerte conectando el contenido con las audiencias locales.

¿Cómo ha sido este año para Canal 1?

Ha sido un año de muchísimos retos. Hemos contado con la fortuna de ser el tercer canal y haber entrado con un modelo de operación más flexible. Llegamos al mercado de la TV ya en un momento en el que la TV se encontraba en un estado de madurez e inclusive decreciendo entre un 3% y 5% anualmente en Colombia. Eso hizo que fuera muy prudente la apuesta en construcción de infraestructura y contratación de colaboradores y empleados. Si bien la situación que vive el mundo nos golpeó con fuerza, esa cintura que teníamos al haber construido una organización liviana, nos permitió atenuar los efectos.

¿Cómo se atenuaron esos efectos?

Los primeros dos meses de la pandemia hubo un crecimiento de ratings inaudito para Colombia. En marzo y abril fue de cerca del 30%. Sin embargo, es no acompañó la inversión publicitaria. Se suponía que las inversiones publicitarias estaban íntimamente ligadas a los ratings y esta situación nos recordó que no siempre los inversionistas actúan como la forma que nos parece intuitiva.

En TV, en Colombia, 50 empresas hacen el 75% de todo el ingreso y esas 50 empresas en su mayoría son de consumo masivo. Se les redujo el ingreso de forma inmediata y, en vez de ir a donde hiciera más sentido, fueron a donde hiciera más fácil los ahorros. Nos logramos ajustar pronto. Retrasamos el lanzamiento de nuestras producciones, reorganizamos nuestra parrilla y al final vamos a terminar un año, desde el punto de resultado financiero, sobreviviendo para retrasar la apuesta un año más.

¿Canal 1 sigue con su estrategia de contraprogramación?

Seguimos con la estrategia de contraprogramación y sigue funcionado. Se presentan retos distintos. Suspendimos el magazine Acá entre nos que era en vivo y donde había seis personas frente a cámara y tres horas con interacción física. Y lo que hicimos interesante es que lo terminamos remplazando con animé. Antes no había quién viera caricaturas en la mañana, pero ahora estaban los niños en la casa.

También extendimos por un tiempo el noticiero de la mañana porque todos estábamos atentos a las noticias. Extendimos el noticiero de la noche. Terminamos quedándonos de 21:00 a 22:30 horas con NotiCentro CM&. Luego Guerreros, Cobras vs Leones, nuestro programa estrella que va todos los viernes de 18:00 a 20:00, sufrió el impacto.

Las autoridades establecieron que había que tener un máximo de 50 personas y el programa tomaba unas 120 personas, entonces lo redujimos y tuvimos una versión reducida y eso se notó en su producción. Fue todo un reto y un riesgo. Se hizo con mucho cuidado y salió bien. Ya volvimos a la versión full, pero no salimos del todo bien, porque hemos tenido que emitir el programa Prevención y acción del presidente [de la República de Colombia] y, por eso tuvimos que mover el programa de 17:00 a 18:00 y de 19:00 a 20:00. Eso nos complicó el rating.

Otro movimiento que hicimos fue posponer el lanzamiento de las series internacionales, con el lanzamiento de la saga El final del paraíso y, con eso pudimos organizar la parrilla.

Me imagino que este año fue todo un proceso de experimentación…

Nos empezamos a dar un poco de licencia para tratar de responder a las necesidades que oíamos de la gente. Y una de las estrategias del canal fue que el principal uso que le damos a las redes sociales es la comunicación de dos vías, para conseguir información que nos permita programar.

Por ejemplo, el fútbol en el mundo se suspendió. No estaba el europeo ni el nuestro. Sin embargo, el mexicano no se detuvo. Nos lo ofrecieron. Y resulta que la Liga mexicana tiene 22 jugadores colombianos. Pasamos dos meses fútbol mexicano los fines de semana y nos fue muy bien. Fuimos trending topic en Twitter los fines de semana.

¿Y a nivel de ficción?

Al principio varias novelas extranjeras. La novela turca sigue siendo un hit en Latinoamérica, entre ellas Mujer (Woman, Calinos Entertainment), una serie muy emotiva. La gente siguió respondiendo bien a eso. En principio seguimos muy en línea con lo que venimos haciendo.

¿Cuáles son los proveedores y qué busca Canal 1 en el mercado internacional?

Lo que tratamos de hacer cuando vamos a buscar contenido es que conecte y que tenga esa sensación del canal Robin Hood. Colombia hasta hace tres años era el país más poblado del mundo con dos canales de TV. Y nuestros canales habían saboteado la entrada de un tercer canal. Una vez que nosotros llegamos empezó a incrementar la audiencia en tasas superiores al 3%.

Lo que hemos encontrado es que la gente muestra mucha simpatía por el canal. Entonces buscamos programación que no sea solo buena, sino que toque la parte emocional, como el caso del fútbol o las películas. Estamos pasando películas nuevas como la última Jumanji. Pasamos todas las películas importantes de Sony y Disney. Estrenos mundiales en TV y la gente y los anunciantes lo agradecen. También seguimos con partnerships con empresas como Sony y Discovery, programando por ejemplo la primera y ahora la segunda temporada de Shark Tank.

¿Qué desafíos hoy tiene un programador de TV abierta?

Yo creo que ser capaz de entender cuál es tu plano de competencia, porque una de las cosas que nos mostró este período ha sido el gran incremento de las fuentes no determinadas en las mediciones de Ibope. Eso estaba marcando y venía marcando al final del año creo que en un 6% y, en el pico de la pandemia por abril, tocó el 25% y, luego se retajo a un 17%. Eso significa que la gente descubrió que existen las OTT y que si bien salen 10 dólares tienen un valor. La gente sabe que hay buenos contenidos.

Entonces, el reto es saber cuál es tu lugar y no tratar de competir donde no cabes. La TV abierta tiene una inmensa oportunidad de seguir tocando emociones, con la cual creo que tiene que ver con el asunto de la localidad. Nuestros canales de la competencia han hecho series muy costumbristas y funcionan bien.

Una cosa es repetir Betty, la fea, que es el Friends colombiano, pero otra cosa es ser capaz de sostener y, por ejemplo, Caracol estrenó ahora un rerun 17 años más tarde de Pedro el escamoso, con un rating importante. La gran ciencia ficción de Hollywood no te corresponde, pero la TV en vivo, la compañía, la noticia y el entretenimiento light, parece que cada vez más.

Y en este contexto, ¿cuáles son los desafíos de Canal 1?

Yo creo que aquí hay espacio para todos. Hay 50 millones de personas viendo video que es el formato rey. Cuando te ubicas empiezas a entender dónde puedes agregar valor. Una cosa que hicimos recientemente es que llegamos a un acuerdo comercial con Amazon Prime para transmitir un episodio de su serie The Boys, una serie que no vamos a tener y tuvimos buena convocatoria. No entendemos a las OTTs como competidores.

Nosotros vamos a seguir produciendo contenido que toque la fibra local. Las raíces son sumamente valiosas en la emocionalidad de los individuos y en TV es lo que seguimos construyendo. Es lo que sucede con Guerreros, la gente lo siente muy local. O nuestros noticieros, que los ven dos millones de personas. Lo que vamos a seguir es mejorando las producciones que tenemos y para 2021 estamos armando una parrilla que responda a eso.

Colombia es un país de regiones. Estamos siempre viendo con nuestro equipo lo que se produce en otros lugares, no solo hacia afuera sino hacia adentro. Por ejemplo, la TV regional pública tiene subsidios y han producido en los últimos cinco o seis años telenovelas maravillosas sobre personajes locales. Pasamos Déjala morir de Telecaribe. Somos los primeros en hacer esto. O de Teleantioquia una serie maravillosa como Débora, la mujer que desnudó a Colombia. Pasamos la película Leonor de Telepacífico. La clave es no subestimar a la audiencia.

¿Un mensaje para la industria?

Yo creo que en Colombia tenemos una oportunidad de acércanos más entre los jugadores de la industria de la TV, para crear una industria más grande y más sólida, que apoye el crecimiento del talento. Creo que Colombia es un país con muchísimo talento y tenemos una linda oportunidad de generar un ciclo virtuoso desde la TV, impulsar al talento local y, que nutra un negocio sólido en el que se repita el ejercicio.

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