Camilo Torres, director de Contenidos de Cinema226, detalla a ttvnews la actualidad de la productora mexicana que ya tiene en desarrollo varios proyectos de ficciones originales, entre las que figura la serie carcelaria de Topo Chico.
El stand by que viven los rodajes y grabaciones de las productoras por causa de la pandemia del Covid-19 en la región es una excusa para pensar cómo será el escenario del negocio de la producción independiente cuando se reactive la industria.
Camilo Torres, director de Contenidos de Cinema226, detalla a ttvnews cómo lleva adelante la productora mexicana sus proyectos de ficción en esta coyuntura, y entre los que figura la historia carcelaria ambienta en el penal de Topo Chico.
¿Cómo está la industria de la producción independiente en México?
Nuestra productora no estaba grabando nada cuando empezó todo esto, por ese lado salvamos la ropa porque sé de otras productoras que estaban rodando y sí les complicó la vida. Desde ahí somos más afortunados. A nivel desarrollo y movimiento de la industria percibo mucho movimiento. Quizá el home office está haciendo que la gente lea o escriba más o retome esos pendientes que tenía medios parados, pero veo una avidez en la recepción de proyectos. A lo mejor todo este parate sirve para enfocarnos.
¿En México existen fondos del Estado que incentiven la producción de series de ficción?
La respuesta es muy cortita: no hay. Hace poco Ibermedia abrió unas convocarías para apoyar series, pero a nivel local no hay. Todo es una apuesta privada de capitales de riesgo. Y después, la conversación con las plataformas que es a donde uno apunta. Hay otros proyectos que por su envergadura necesitan socios.
¿Cómo viene el desarrollo de ficción de Cinema226?
Estamos avanzando con varios proyectos de ficción y uno de ellos es esta serie que de working title, Topo Chico, que tiene que ver con una historia que sucede en ese penal que cerró hace poco en el que pasaron cosas dantescas. Es una cárcel súper emblemática ubicada en las afueras de Monterrey. Nuestra intención no es contar una historia carcelaria más. La serie va a tener un punto de vista muy particular. Y si bien va a tocar un tema horrible como es un encierro y todos los dramas que se viven en una cárcel en Latinoamérica, también va a tener su cuota de luz…
¿Cómo está compuesto el equipo?
Ahora mismo estamos trabajando como un equipo de escritores de México y Argentina. No estamos cerrados a la posibilidad de subir otros coproductores, es una serie muy ambiciosa y hoy en día hay muchos proyectos que necesitan socios. Para una productora sola ya se hace cuesta arriba.
Los autores tienen hoy en día un rol más visible…
Se lo han ganado en buena ley y a pulso. De alguna forma yo siento que siempre tuvieron ese rol protagónico en esta cadena de ensamblaje, lo que pasa que durante mucho tiempo los productores opacaron esa luz que tenían los autores. Con la creación de teleseries se fue perdiendo y bastardeando al escritor, empujándolo al anonimato. Creo que eso cambió. Las productoras, los estudios y las plataformas se han dado cuenta que muchas veces los creadores son una carta de presentación. El público está conociendo un poco más quienes son los creadores de las historias. Eso para mi es fantástico. Cualquiera que haya visto Breaking Bad sabe que Vince Gilligan la inventó. Y por eso de repente se pone a ver Better Call Saul porque es del mismo creador y tiene la misma historia macro. Si no existe el cuento, no hay negocio.
¿Cuál es la ingeniería para ubicar Cinema226 en la industria?
Ya estamos caminando mercados… Este es un mal año para los mercados. Se han suspendido casi todos los eventos y quien sabe lo que va a pasar con los que se vienen más adelante. Yo siempre me he movido con la serie diaria con lo cual todo lo que tiene que ver con series es un complemento para la productora. Estamos jugando por ahora en una liga pequeña, sacando un par de cosas que ya están avanzadas, todavía no se puede ver algo nuestro en una plataforma, pero confío en que en poco tiempo sí.
Por suerte tenemos las puertas abiertas de todos lados. Conocemos muy bien a los buyers y ellos nos conocen a nosotros. Siento que es un momento que todo el mundo esta ávido de contenidos. Muchas veces las plataformas no saben qué están buscando. Creo que nuestra tarea es mostrarles el camino. Y no hay otra forma que hacer el trabajo. Incluye el desarrollo, la venta, seducir al comprador. No hay otra manera. Si uno tiene una gran historia entre manos en la que confía, hay que apostar. No hay otra forma. Este es un juego de paciencia.
¿Qué otros géneros trabajan?
Tenemos varias cosas. Estamos desarrollando una historia para público joven adulto, otra infantil y una historia de terror. No nos cerramos a ningún género. Yo he tenido la posibilidad de trabajar con muchos guionistas buenos y en varios géneros.
¿Por el momento cómo sigue el trabajo?
Nosotros con el equipo de contenido y desarrollo seguimos recibiendo y leyendo historias. La verdad que el volumen de trabajo supera, pero no se puede descartar. Ahí está el chiste. Por que no es tan sencillo como encontrar el best seller. No todos los libros pueden transformarse en serie. Además, están los derechos, pero eso implica una inversión que quizá uno elige invertirla en otro lado. Leemos material nuevo todas las semanas. Venimos atrasados… este home office sirve justo para ponerse al día. Creo que podemos salir de esto con la cabeza más abierta.