Dirigida por Daniel Burman, el thriller de espionaje se ha presentó en la sección Co-Pro Series.
Witness 36, la nueva serie de The Mediapro Studio, ha resultado vencedora del codiciado premio Series Mania tras su presentación hoy en el Co-Pro Series del Berlinale Series Market.
La producción, un thriller de espionaje en fase de desarrollo producido por Oficina Burman (The Mediapro Studio) y dirigido por Daniel Burman, que distribuirá a nivel mundial The Mediapro Studio Distribution, se asegura así su presencia en el Co-Pro Pitch del certamen que se celebrará el próximo mes de marzo en la ciudad francesa de Lille.
Witness 36 está escrita por Natacha Caravia (Iosi, el espía arrepentido), Juan Matías Carballo (El amor después del amor, El grito de las mariposas), responsable de Contenido de Oficina Burman, y por el propio Daniel Burman (El abrazo partido, Iosi, el espía arrepentido). La serie cuenta además con la participación del productor norteamericano Michael Nozik, que se ha unido al equipo de Oficina Burman (The Mediapro Studio) en este proyecto. Nominado al Oscar por Quiz Show (El dilema) y ganador de un premio Bafta de la Academia del Cine británica a mejor película en lengua no inglesa por Diarios de motocicleta, Nozik es también el productor de películas como Syriana, La leyenda de Bagger Vance o El amor en los tiempos del cólera, entre otras muchas.
Witness 36 es, en palabras de sus creadores una reflexión sobre en qué lugar queda la verdad en la era digital realizada a través de la exploración de la identidad, la justicia y las segundas oportunidades. Ambientada en el mundo del espionaje, es una historia que trasciende su género. Una historia sobre el amor prohibido, la traición y la dificultad de empezar de nuevo.
El personaje protagonista de Witness 36 es la escritora inglesa Laura MacGill. Una coalición formada por las principales agencias de inteligencia internacionales ha decidido crear un programa extraterritorial de protección de testigos para salvaguardar a aquellos individuos cuyas revelaciones podrían poner en riesgo la estabilidad mundial. Su nombre en clave: programa Tzadik. Dado su aislamiento geopolítico y su histórica neutralidad, Argentina será el país elegido para implementar el programa en su fase piloto y aquí es donde entra en juego Laura. Sin mantener ningún contacto personal con ellos, MacGill será la encargada de diseñar las nuevas identidades que deberán asumir los testigos que forman parte del programa. Su vida se desmoronará cuando conozca a un hombre cuyo perfil resulta ser un reflejo exacto de una de las falsas identidades que ella misma creó.