Las compañías tecnológicas como Apple, Amazon (Prime Video), Google (YouTube) y Netflix podrían ser los grandes compradores de derechos deportivos para 2030 en estos tiempos de transición del broadcasting hacia el streaming.
Las compañías tecnológicas como Apple, Amazon (Prime Video), Google (YouTube) y Netflix podrían ser los grandes compradores de derechos deportivos para 2030 en estos tiempos de transición del broadcasting hacia el streaming. No solo se trata de un vaticinio que la industria deportiva reza como un mantra desde hace varios años, sino que un estudio de la consultora Altman Solon lo que refleja: más de 150 ejecutivos de la industria de medios y también otros relacionados con el deporte, considera que eso es lo que va a suceder.
Probablemente el acuerdo a diez años de Apple con MLS para la explotación global de los derechos en una única plataforma, no sea solamente un experimento que la industria deportiva sigue con atención. Puede ser, también, un espejo que adelanta.
Media Company Perspectives es el tercer capítulo de una investigación en 5 partes que Altman Solon hizo sobre finales de 2023 y que fueron publicadas en forma seriada para arribar a una mirada integral del ecosistema deportivo, cambios en los modos de consumo, de producción de contenidos y de monetización de todos esos procesos. 2.500 encuestados en Estados Unidos., Mexico, Reino Unido, Francia, Alemania, España, Italia y China ofrecieron sus perspectivas como consumidores del deporte y 150 ejecutivos senior del deporte global dieron su mirada desde la industria.
Toda visión sobre el futuro del deporte y de las compañías de medios -como de cualquier otro rubro- puede tener sus sesgos, márgenes de error y que el futuro tome sus propias decisiones, pero es interesante ver el panorama desde determinadas certezas: hay señales de cambios que ya se producen ahora mismo y que pueden dar un contexto a lo que se estima podrá suceder para 2030.
Algunos datos del reporte:
– Los fanáticos gastan más de un tercio de su presupuesto para sistemas de TV y servicios de streaming en deportes, lo que indica su capacidad para captar la atención y la dirección de sus gastos.
– El 70% de los fanáticos afirman que cambiarían de proveedor de TV para mantener el acceso a uno o más de sus deportes esenciales.
– El modo de empaquetado y la intensidad competitiva son fundamentales para impulsar el valor de los derechos de los medios, incluyendo el valor del tiempo de emisión y el valor de la suscripción.
– Más del 35% de los encuestados interesados en ver deportes no consumen deportes semanalmente y son fanáticos más casuales/fluidos.
– Más del 70% de los encuestados que trabajan en empresas de medios / emisoras creen que la industria debería priorizar la diversificación de las bibliotecas de contenido, aumentar las experiencias en vivo y proporcionar recomendaciones personalizadas.
– Solo el 16% de los ejecutivos deportivos globales creen que las emisoras tradicionales estarán mejor posicionadas para explotar los derechos en vivo para 2030, en comparación con más del 60% para los agregadores tecnológicos y los servicios de streaming OTT.
– El 65% de los ejecutivos deportivos globales creen que un modelo de monetización basado en suscripción, donde los deportes se agrupan con otros servicios/contenidos, contribuirá más a refinanciar los derechos deportivos en el futuro.
En este panorama, los derechos deportivos siguen siendo valiosos para adquirir usuarios y picos de audiencia. Por eso los ejecutivos creen que ese poder que tiene el deporte atrae cada vez más el interés de los grupos tecnológicos que se involucran con la escena deportiva.
Los datos que sostienen que el 70 por ciento de los fanáticos están dispuestos a cambiar de proveedor de TV para mantener el acceso a uno o más de sus deportes esenciales se apoyan en el fabuloso poder de atracción que tienen los grandes acontecimientos. Los eventos globales de gran atractivo (Mundiales FIFA, UEFA Champions League) y las ligas deportivas nacionales de primer nivel (EPL, NBA, NFL, La Liga, Serie A) son capaces de generar un alto interés y provocar el cambio de proveedor.
Lo que el reporte sostiene es que “estas propiedades emblemáticas se utilizan típicamente como motores de adquisición de usuarios para las empresas de medios”, Los eventos y competiciones que tienen menos probabilidades de provocar cambios de proveedor suelen servir como contenido de biblioteca y motores de retención, o para crear ofertas especializadas.
Los ejecutivos perciben a los principales grupos tecnológicos como los mejor posicionados para explotar los derechos deportivos, dado sus ventajas estructurales, incluyendo el liderazgo en productos, así como la agregación de servicios y usuarios a gran escala. Aunque los casos exitosos aún están por materializarse y a pesar de un claro riesgo de operar a una escala menor en comparación con los agregadores globales y las principales emisoras, los ejecutivos consideran que los propietarios de derechos están bien preparados para desintermediar a las emisoras con ofertas directas al consumidor (DTC).
Sin que se mencione de quien se trata, el máximo responsable de una propiedad deportiva global lo pone en estas palabras: «Si los gigantes tecnológicos aumentan la tendencia de invertir en contenido, eso podría cambiar significativamente la dinámica. No solo aportan recursos financieros, sino también capacidades tecnológicas como análisis avanzados, inteligencia artificial y una red de distribución global… que las empresas de medios tradicionales pueden encontrar difícil de igualar”.
Las companías de Silicon Valley ya dieron sobradas muestras de querer participar en la industria deportiva a través de productos y esencialmente con la generación de contenidos en cualquier de sus variantes: en vivo, on demand, documentales y series. En 2030 es probable que, lo que ahora representa una pequeña porción del mercado, haya que verlo como una pirámide invertida.
150 ejecutivos de la industria de medios y el deporte así lo creen.