En la siguiente columna, Pamela Gidi, ex Subsecretaria de Telecomunicaciones del Gobierno de Chile, comparte su visión acerca del futuro de la industria de la TV y el entretenimiento, y los cambios producidos por las nuevas tecnologías y hábitos de consumo de las audiencias.
Han pasado unos seis años que dejé la posición como Vicepresidente para Latam de DirecTV, pero desde el Gobierno como subsecretaria de Telecomunicaciones y ahora como consultor independiente siempre he seguido unida a la industria de la televisión y el entretenimiento, y me sorprendo al observar que ha experimentado una evolución extraordinaria, casi revolucionaria, marcada por el avance tecnológico, los cambios en los comportamientos de consumo, y un paisaje competitivo que se ha redefinido por completo.
Sin duda esta industria está en medio de una transformación sin precedentes, impulsada por la rápida evolución de la tecnología, en particular la inteligencia artificial (AI). A medida que avanzamos hacia el futuro, varios factores clave moldearán esta industria.
Primero veremos aún más personalización a través de la AI, ofreciendo contenido adaptado a los gustos y preferencias individuales de los espectadores, no sólo en las recomendaciones de contenido, sino también a la creación de contenido adaptativo que pueda cambiar en función de la interacción del usuario. La AI permitirá que las plataformas de streaming entiendan mejor a sus audiencias, mejorando la retención y la satisfacción del usuario. Hace rato ya que todos podemos ser productores audiovisuales, sin embargo, la producción de contenido también se verá significativamente influenciada por la AI, desde la fase de desarrollo hasta la postproducción. Herramientas de guionización asistidas por AI, edición automatizada y efectos visuales generados por computadora son solo algunos ejemplos de cómo la AI puede agilizar el proceso de producción, reducir costos y permitir nuevas formas de creatividad. Esto democratizará aún más la producción de contenido, permitiendo a creadores con presupuestos más reducidos competir en un escenario global.
Por otra parte, la realidad virtual (VR), realidad aumentada (AR) y tecnologías similares ofrecerán nuevas formas de contenido inmersivo, extendiendo la experiencia de entretenimiento más allá de las pantallas tradicionales. Estas tecnologías no solo cambiarán cómo consumimos contenido, sino que también abrirán nuevas vías para la narrativa, permitiendo a los espectadores ser parte de la historia de maneras que antes eran imposibles.
Además, la tecnología blockchain podría revolucionar la distribución de contenido, ofreciendo modelos más directos y descentralizados entre creadores y consumidores. Esto podría desafiar el modelo de negocio tradicional de las plataformas de streaming y televisión por cable, favoreciendo la monetización directa a través de criptomonedas y contratos inteligentes, y ofreciendo a los creadores de contenido un mayor control sobre sus obras.
A medida que la AI se convierte en una herramienta más poderosa dentro de la industria del entretenimiento, surgirán preguntas éticas y desafíos regulatorios, especialmente relacionados con la privacidad de datos, el sesgo algorítmico y la propiedad intelectual. La industria necesitará navegar estos desafíos cuidadosamente, equilibrando la innovación con la responsabilidad social.
Pero no todos los cambios estarán impulsados por la tecnología, muchos cambios vendrán por el lado del consumidor también. El consumo de contenido se volverá aún más fluido entre dispositivos y plataformas, con servicios que ofrecen experiencias cohesivas y sincronizadas a través de smartphones, televisores, tabletas y más. Por otro lado, los modelos de negocio continuarán evolucionando, con posibles combinaciones de suscripciones, pagos por evento, y contenido financiado por publicidad para satisfacer diversas preferencias de consumo. La competencia entre plataformas de streaming continuará intensificándose, lo que podría llevar a una mayor consolidación en el mercado, a medida que las empresas busquen ampliar su biblioteca de contenido y capacidades tecnológicas.
La preocupación por la sostenibilidad también se impondrá en esta industria y habrá una presión creciente sobre las empresas de entretenimiento para que adopten prácticas sostenibles y demuestren responsabilidad social, especialmente en la producción y distribución de contenido.
En resumen, el futuro se ve cambiante e interesante para industria de la televisión y el entretenimiento, caracterizado por una mayor personalización, nuevas formas de producción y consumo de contenido, y la adopción de tecnologías emergentes. Las empresas y profesionales en este espacio necesitarán ser ágiles, estar dispuestos a adoptar nuevas tecnologías, y comprometerse con prácticas éticas para navegar con éxito esta evolución.
He tenido el privilegio de ser testigo y parte de este cambio monumental, observando cómo la evolución tecnológica y cultural ha reconfigurado el paisaje mediático para siempre. Y aunque el futuro aún nos depara muchas sorpresas, una cosa es segura: el entretenimiento continuará evolucionando, borrando las fronteras y creando nuevas formas de conectar con audiencias en todo el mundo.
Pamela Gidi es ex Subsecretaria de Telecomunicaciones del Gobierno de Chile. Miembro de la Comisión Nacional de Inteligencia Artificial, Política Nacional de Ciberseguridad y Comisión Nacional de Emergencias. Responsable de 10 licitaciones públicas exitosas de infraestructura Digital, incluyendo la primera Subasta de Espectro para 5G en Latinoamérica y el Cable Submarino Humboldt.
Ejecutiva senior con más de 30 años de experiencia en negocios internacionales, con énfasis en Políticas Públicas, Nuevas Tecnologías y Asuntos públicos en conocidas corporaciones multinacionales con sede en América Latina, Europa y los Estados Unidos, donde fue Vice Presidenta de Marketing y Ventas para DIRECTV Latinoamérica, con base en Nueva York.
Ingeniera de Universidad Católica de Chile con MBA de UCLA, USA. Speaker Internacional, Directora de Empresas, Miembro de la mesa técnica que asesora al Congreso de Chile en ley de IA, Consejera y Consultora internacional.