El cierre de fronteras provocado por el Covid-19 ha «congelado» la industria de los rodajes internacionales en España, lamentaron desde Profilm.
Tal y como se esperaba y al igual que el resto de industrias, el audiovisual internacional ha sufrido la mayor de las caídas desde que se pusieron en marcha los incentivos fiscales que tratan de atraer a España los rodajes y las postproducciones de proyectos de otros países.
Es que, según los datos de Profilm, la inversión directa el pasado año alcanzó los 36,2 millones de euros, frente a los más de 132 millones que recibió España en 2019.
También los datos de contrataciones se resintieron notablemente ya que solo se firmaron 4.413 frente a los 13.600 del año anterior, lo que supuso una aportación a la Seguridad Social de 4,02 millones de euros, frente a los más de 12 millones de 2019.
Así, los socios de Profilm lograron atraer un 27,39% de inversiones respecto al año precedente. Solo El Ranchito, empresa especializada en efectos visuales, ha conseguido mantener el ritmo de trabajo dadas sus especiales características que permite el trabajo online.
«Ha sido un año terrible para todos, en el que la mayoría de las empresas lo hemos pasado realmente mal. El cierre de fronteras con EEUU y las dificultades de desplazamiento dentro de la UE impidió la movilidad de actores y actrices pero también del resto del equipo técnico imprescindible para llevar a cabo cualquier proyecto», señaló Adrián Guerra, presidente de Profilm.
La comunidad más golpeada, agregaron, fue Islas Canarias, donde el sector de los rodajes internacionales se estaba convirtiendo en prototipo de industria complementaria a la del turismo.
«En Canarias, un año después, seguimos esperando que se defina el límite de devolución de los incentivos a los que tenemos derecho y que actualmente es menor que en el resto de España. En estas condiciones será imposible recuperarse de la pesadilla del año pasado dada la falta de seguridad con la que trabajamos», comentó Juan Cano, vicepresidente de Profilm.
El incremento de los incentivos fiscales, aprobado por el Gobierno el pasado mes de mayo, contribuyó a acentuar el interés por España de grandes estudios y productores de todo el mundo. Sin embargo, el cierre de fronteras con el Reino Unido por la pandemia, sumado al aumento de trámites para el traslado de profesionales desde ese país ocasionados por el Brexit, está dificultando la recuperación de las empresas socias de Profilm.
«Confiamos en que la tramitación del Real Decreto-Ley de ayudas a la cultura por el COVID-19 contribuya a mejorar las normas que nos regulan para garantizar tanto a inversores como a las empresas españolas, la seguridad jurídica que tanto demandamos. Sin duda, ello contribuirá a que el hub audiovisual que el Gobierno prevé configurar, sea una realidad», manifestó Guerra.
Creada en 2018, Profilm representa al 90% de las empresas de producción que desarrollan proyectos audiovisuales con terceros países en España.