La Junta Directiva de la Academia de Cine de España anunció este lunes que aceptará candidaturas de películas que no hayan sido estrenadas en salas.
Con la totalidad de los cines cerrados desde el pasado 14 de marzo y sin perspectivas claras de cómo ni cuándo será su reapertura, la Junta Directiva de la Academia de Cine de España anunció este lunes que aceptará candidaturas de películas que no hayan sido estrenadas en salas para la edición 2021 de los Premios Goya.
«La Junta Directiva de la Academia de Cine ha acordado flexibilizar, de manera excepcional y únicamente para la próxima edición de los Premios Goya, la norma que establece el obligado estreno en salas comerciales y con taquilla abierta al público para optar a los galardones», explicaron en un comunicado de prensa.
«Ante la situación de crisis sanitaria que vive el país y que ha supuesto, entre otras consecuencias, el cierre de las salas y el consiguiente aplazamiento y cancelación de numerosos estrenos, las bases de los Goya 2021 aceptarán excepcionalmente a aquellos largometrajes que tenían previsto su estreno en salas y se han visto o se verán obligados a estrenarse directamente en plataformas de VOD, como consecuencia de la pandemia», agregaron.
El comunicado insististe en que la medida solo afectará la próxima edición de los Goya y en que «tiene un carácter eventual, acotado al período extraordinario en el que se encuentra nuestro país».
«En el momento en el que las salas de cine puedan reabrir en condiciones de seguridad y se restablezca la exhibición, la Academia revisará la medida y podrá finalizarla, manteniendo la norma del estreno en salas comerciales para concurrir a los premios», detallaron.
«La institución confirma su defensa de la experiencia colectiva y única que supone para el espectador disfrutar del cine en las salas. Confiamos en la fuerza que conlleva el encuentro en ellas del público con las películas», completaron.
La decisión coincide con la de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de EEUU, que también suspendió la regla de que solo las cintas que hayan sido estrenadas en cine (en un pase de al menos siete días en Los Ángeles) pueden competir por el Oscar, permitiendo este año los estrenos digitales (solo para las que ya tenían una fecha de estreno en salas).
La decisión se enmarca además en pleno debate sobre la obligatoriedad de la ventana cinematográfica y la decisión de Universal de estrenar algunas de sus películas en PVOD.