Gato Grande Productions es una productora muy joven, pero que con el respaldo de los estudios MGM de Hollywood, irrumpió al mercado latino nada menos que con Luis Miguel, la serie, la exitosa biopic del astro mexicano, con tres temporadas en Netflix.

En diálogo con Originals, Carla González Vargas, CEO de Gato Grande, detalla el camino de la productora desde sus inicios a la actualidad, aborda el desarrollo de unos 35 proyectos originales en varios rubros, y celebra su presencia dentro de la lista de los 50 profesionales iberoamericanos más notables de la ficción de 2021, elaborada por Originals.

A modo de repaso, ¿qué impulsó la creación de Gato Grande?

El 50% de Gato Grande es de MGM y el otro 50%, somos dos socios, Antonio Cué y yo. Justo en diciembre, y esto es primicia, compramos al otro socio mexicano Miguel Alemán Magnani. Él ya no es dueño de Gato Grande.

Gato Grande surgió a raíz de una necesidad de MGM de expandirse hacia un mercado tan interesante, potente y que crece a pasos agigantados como Latinoamérica, el habla hispana en general. El español es uno los tres primeros idiomas más hablados del mundo, el potencial de crecimiento es enorme.

Entonces, teníamos muy claro que se venía un enorme surgimiento de productoras a raíz de que los streamers irrumpieron en el mercado. Sabíamos que eso iba a empezar a ocasionar que muchas productoras empezaran a surgir de manera independiente para proveer contenido. Y en esa burbuja que se iba a generar necesitábamos tener algo competitivo, y que Gato Grande pasara la prueba del tiempo y del mercado. Y creo que eso es exactamente lo que está sucediendo. Es un mercado que está en constante movimiento. Creo que el reto para muchas productoras locales está en sobrevivir, pero también la demanda está creciendo cada vez más.

Y en este contexto de un mercado tan dinámico, ¿cuál es la fortaleza de Gato Grande?

Tenemos la ventaja competitiva de estar de la mano con un estudio legendario como MGM, que lleva más de 100 años en la industria, y que además tiene un modus operandi de la industria anglosajona, que es una industria más madura y que ya tiene un know how enrome. Tenemos la fortuna de tener visibilidad de la metodología, de cómo hacen las cosas; incluso tienen nombres, términos, que le ponen a todo y que en nuestro lado no existen, porque aún estamos aprendiendo como industria independiente.

Teniendo en cuenta la espalada que da MGM a la productora, ¿cuál es la estrategia planteada?

La idea es potencializar esa sinergia en ambos territorios. En EEUU, y Latinoamérica y España. Del lado de Latinoamérica y España, hemos hecho la labor de cerrar alianzas con productoras clave que nos ayuden a entender cada región, para poder ser competitivos a nivel panregional.

Alianzas estratégicas con Argentina, Colombia, España, los mercados principales…. Poder tener un pie en todo el territorio –no solo en México, que es nuestra sede-, y también ver cuál es nuestra ventaja competitiva del lado anglosajón. MGM es el único estudio que tiene esta mezcla de alianza con proveedores de contenido auténticos y locales para abastecer una necesidad de mercado doméstico en EEUU y que es de representación latina. En EEUU nos ponen en un rubro latino, pero hay una necesidad también del mercado americano de tener contenido que también represente a esta población que está creciendo con mayor índice. Sabemos que las plataformas locales donde más necesitan crecer es precisamente con la demográfica de la minoría latina. Entonces como resultado estamos desarrollando en inglés y en español. Esa es la identidad de Gato Grande.

¿Cuántas profesionales trabajan en Gato Grande?

Exclusivos de Gato Grande somos unas 20 personas. Esto es muy singular porque somos pequeños y grandes a la vez. Tenemos acceso a toda la infraestructura de MGM y la utilizamos para nuestros shows, como por ejemplo, en términos del departamento de finanzas, de legal, de supervisión física, de marketing; entonces es un equipo de base pero siempre en contacto con todas las ramas del estudio de MGM.

El puntapié de Gato Grande fue Luis Miguel, la serie, de la que fuiste showrunner y productora ejecutiva…

Construimos Gato Grande en papel, se hizo la joint venture, al mes teníamos cerrado los derechos de Luis Miguel y a los 15 días ya teníamos ofertas. Todo sucedió muy rápido afortunadamente. Y a nivel personal, los primeros dos años míos fueron exclusivamente dedicados al show. En realidad, hubo un show antes de una empresa.

Rodaje de la segunda temporada de Luis Miguel, la serie

Mi labor era exclusivamente dedicada a ser showrunner de la primera temporada. Acabando la primera temporada mi rol cambió, se convirtió en empezar a generar la infraestructura de toda una empresa, por lo cual mi papel fue de supervisión en la segunda y tercera temporada; no me considero showrunner de estas, sino que fungí más el papel que hace el estudio en el mercado americano, de supervisión, porque no puede uno estar en el set todos los días y también llevar una empresa.

¿Cómo fue el proceso de consolidar la productora?

Nos dedicamos a construir equipo dentro de la empresa. Tenemos un escrutinio muy arduo y riguroso, porque tienen que ser ejecutivos que naveguen en ambos mercados, que puedan desarrollar contenidos en ambos idiomas, lo cual no es fácil. Y luego generar un pipeline robusto, donde nuestro estándar de calidad dicta que los proyectos tienen un período de incubación más largo que otras productoras.

Entonces, cuando presentamos un proyecto quizá lleva más de un año de desarrollo. Tenemos más o menos 35 proyectos en desarrollo, y cada uno con un proceso muy exhaustivo, porque sabemos que los compradores tienen una ventana muy corta para leer y queremos que lo que se lea sea indiscutiblemente bueno.

¿Cómo es el proceso de desarrollo interno de los proyectos?

En términos de desarrollo, ya estamos paqueteando antes de sacar al mercado. Estamos atando directores, actrices, actores, guionistas con mucho trayecto, incluso productores musicales. Creemos que es clave meter los elementos que consideramos van a garantizar que la calidad del proyecto antes de venderlo. Primero trabajamos con el guionista hasta tener versiones que consideramos muy sólidas de biblias y pilotos, y de ahí nos vamos al talento clave que debemos añadir a cada proyecto, ya sea dirección o actores, etcétera.

Por poner un ejemplo: ahora estamos en pláticas con un actor español de muy alto perfil para que se venga a ser parte de una serie que desarrollamos con Álex Rodrigo, uno de los directores más activos de la serie La casa de papel, para el mercado anglosajón. Entonces, también estamos fungiendo de puente para el talento de habla hispana que quiera entrar a la industria de EEUU, y los ponemos de la mano con showrunners americanos para generar esa autenticidad y también poder funcionar a nivel competitivo en EEUU. Ese proyecto se llama Talkies. Lo estamos haciendo con la productora española Veranda TV, que está basada en Barcelona y que es parte de Boomerang TV.

Uno de los creativos principales es Rodrigo, a quien lo juntamos con una guionista norteamericana para el desarrollo. Y ahora estamos convocando a un renombrado actor español para que se venga a protagonizarla. Va a ser una serie en inglés.

¿Qué otros proyectos en desarrollo puede mencionar?

Tenemos libros y IPs muy notables. Cerramos overall deals. Cerramos a final de año uno muy atractivo con Universal Music para generar contenido musical con su agenda de artistas. Tenemos otro con GGTech Entertainment, la compañía de gaming más importante de habla hispana, que tiene el torneo de eSports y gaming Gamergy en España, y va a ser la primera vez que llegan a Latinoamérica a hacer torneos. Entonces vamos a hacer contenidos que cautiven a ese mundo tan fascinante y grandote, llevándolo al rubro del entretenimiento más convencional.

En resumen, ¿en qué géneros se están involucrando?

Tenemos terror, young adult, melodrama, thriller policíaco y psicológico… También dentro del unscripted tenemos true crime y otro de bienestar y salud, además de cine. Ahora estamos desarrollando dos películas basadas en historias reales muy interesantes… Es un pipeline robusto.

Y en cuanto a ficción, ¿qué iban a presentar en Natpe Miami?

Tenemos varios y todos maravillosos. Tenemos uno que nos encanta de la mano de los escritores de La reina del flow 1 y 2, El pecado de Analía y La esclava blanca, Claudia Fernanda Sánchez y Said Chamie. Son los escritores que le ganaron el primer Emmy a Colombia; La reina del Flow es una de las series más vistas en Netflix. El proyecto se llama Giorgietto, y es una comedia musical de media hora, de reguetón, que nos gusta mucho, desde un ángulo muy novedoso que es la comedia, y estamos en pláticas con unos productores musicales muy renombrados para que hagan la parte musical. También series documentales sobre gaming con GGTech y, un nuevo pipeline de true crime, que tiene que ver con historias reales de criminales que están privados de libertad.

Por último, pero no menos destacable, ¿qué implica ser parte de los 50 profesionales más destacados de la ficción iberoamericana, la lista presentada por Originals?

Siempre uno se siente muy honrado cuando eso sucede. Les doy las gracias por tenerme en cuenta. Como yo lo veo es darle una gran oportunidad de aumentar la representación de mujeres en esta industria, sobre todo en puestos de liderazgo.

Ustedes hicieron una gran labor de representar al género femenino, pero la realidad todavía dicta que todavía somos minoría en ese sentido. Entonces, más que adjudicarme el mérito personal, lo único que siento es aumentar la representatividad femenina dentro de la industria, porque creo que, si en algún rubro hace falta, es en puestos ejecutivos. Lo único que quiero es darles la oportunidad a otras mujeres.