La compañía británica presentó sus resultados financieros para los primeros seis meses del 2021.
El golpe sufrido por la pandemia del coronavirus comienza a quedar atrás, al menos para la compañía británica ITV, que presentó en las últimas horas una resultados financieros que mejoran incluso los de antes de la pandemia.
Es que según anunció su CEO Carolyn McCall, ITV facturó en los primeros seis meses del 2021 un total de 1.820 millones de libras, un 26% más que durante el mismo período del año pasado.
Y el resultado es incluso aún mejor que los 1.750 millones reportados durante los primeros seis meses del 2019.
Al considerar la publicidad, los ingresos aumentaron un 29% con respecto al 2020, hasta los 866 millones de libras. De hecho, junio fue el mejor mes de la historia de ITV gracias a la Eurocopa y el levantamiento de las restricciones en el Reino Unido.
En cuanto a su brazo de producción y distribución internacional, ITV Studios, el resultado también superó los niveles prepandemia.
Efectivamente, ITV Studios reportó ingresos por 798 millones de libras, un 26% más que en 2020 y un 5% más que en 2019.
Según adelantaron, además, las ventas de ITV Studios a las plataformas OTT crecieron un 84% durante estos primeros seis meses y todo apunta a que el crecimiento será del 100% a fin de año.
«Salimos más fuertes de la pandemia. Nuestra posición financiera es robusta y vemos el futuro con confianza», expresó McCall.
La directiva ve justamente en el lanzamiento de tantas plataformas OTT una oportunidad de negocio para compañías como ITV Studios.
«Las compañías como Disney y Warner están retirando sus catálogos para sus propias plataformas de streaming. Eso significa que los streamers siempre van a estar necesitando contenidos. Son máquinas hambrientas que hay que alimentar», opinó y citó que aunque las OTT producen su propio contenido, los simples tiempos de producción obligan a que tengan que adquirir también contenidos de terceros.
No obstante, señaló que no todo es color de rosa a la hora de trabajar con los streamers. «Ellos invariablemente quieren los derechos globales y eso limita nuestra habilidad de maximizar el valor de nuestras producciones scripted», señaló.