Liberty Media es ahora propietaria de la F1 y Moto GP, mientras se rumorea que la ATP y la WTA también irán hacia una fusión para negociar sus activos como unidad. ¿Cuál será el impacto en la industria audiovisual de estos movimientos?
Hace unos días, el primer café de la mañana trajo como novedad que Liberty Media, compañía propietaria de la Fórmula 1, adquiría el 86% de Dorna Sports para gestionar los derechos televisivos y comerciales de las 22 competencias anuales de Moto GP. Ahora, los ejecutivos de la industria deportiva están atentos a otro anuncio que según muchos entendidos está cerca de confirmarse: que la ATP y la WTA van a ir hacia una fusión para finalmente unir sus operaciones en el calendario global del tenis y negociar sus activos como una unidad. Como casi siempre, los capitales árabes están detrás de este asunto.
Esta semana comienza el torneo Mutua Madrid Open y se espera que sea en ese ámbito que la conversación termine con algun tipo de firma de compromiso. El Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita ya hizo un acuerdo con la ATP para potenciar algunos torneos y levantar el perfil de los campeonatos. La propuesta global incluye, según trascendidos, una inversión que ronda los 1.000 millones de dólares para crear un circuito con los jugadores y jugadoras de elite, además de darle un nuevo impulso a los campeonatos seniors y con leyendas. Todo sea para ver si Roger Federer todavía tiene deseos de ofrecer algo más de su talento.
«La WTA está participando activamente con los otros organismos rectores del tenis profesional, así como con socios comerciales existentes y potenciales, para explorar si podemos lograr una mayor alineación en el deporte, mientras reducimos la fragmentación que existe actualmente», dijo la WTA ante la consulta de Sportico Y agrego: «Estas conversaciones han estado en curso durante algún tiempo y, aunque siguen siendo positivas y constructivas, actualmente no hay consenso en el deporte sobre ningún resultado. Mientras tanto, la WTA seguirá centrada en ofrecer otra temporada emocionante y ejecutar nuestros planes de crecimiento, mientras revisa las propuestas que están siendo presentadas por Arabia Saudita y los Grand Slams. Hay una ola de interés en el deporte femenino por parte de los aficionados y los socios en todo el mundo, y queremos asegurarnos de que el tenis femenino sea aún más grande y mejor en el futuro».
El deporte global está inmerso en una era de adquisiciones y funciones. El Fondo Soberano árabe ha conseguido que LIV Golf y PGA Tour -en negociaciones que todavía siguen su curso- unan sus operaciones, mientras que otra ola de inversiones también logró crear un único circuito de pádel a nivel mundial, un deporte que a casi 30 años de su primer impulso popular, tiene otra chance de crecimiento.
El Fondo de Inversión Pública, con activos que gestiona y son valorados en 925 mil millones de dólares, inyectó miles de millones de dólares en el sector deportivo. La inversión más significativa del fondo hasta la fecha ha sido en LIV Golf. Además, el PIF ha invertido 100 millones de dólares en la Professional Fighters League, ha adquirido el club de fútbol Newcastle de la Premier League, y ha intensificado la contratación de jugadores en la liga de fútbol nacional de Arabia Saudita. En línea con la iniciativa Visión 2030 de Arabia Saudita, el fondo también ha promovido la organización de eventos en deportes como la Fórmula 1, boxeo y WWE en ese país.
El acuerdo entre Liberty y Dorna Sports, sin capitales árabes a la vista, es otra muestra potente de esta tendencia, en la que una organización invierte en otra y con la muestra de su salud económica en la propia operación: Liberty pagó parte de los 4.200 millones de euros de la adquisición con acciones de Fórmula 1 que ahora quedaron en poder de los ejecutivos de Dorna, quienes retuvieron casi el 14 por ciento de la propiedad.
Todavía con el anuncio caliente; tanto Fórmula 1 como Moto GP procuraron aclarar un tema central para sus seguidores, socios comerciales y medios: cada vertical continuará siendo gestionado de manera independiente. No veremos los fines de semana con autos y motos por los circuitos y pistas del planeta. Al menos no por ahora.
El tenis marcha hacia otro plano. Las competiciones conjuntas entre hombres y mujeres son frecuentes en los torneos de Grand Slam, los Master 1000 y otras fechas del calendario. Pero la apuesta colectiva es evitar toda fragmentación de la oferta tenística que divida audiencias, sponsors y acuerdos por derechos de transmisión y contenidos. Los dos tours discuten fusionar sus operaciones comerciales bajo un mismo paraguas llamado Tennis Ventures.
La ATP lleva años analizando el mercado y en busca de soluciones. Andrea Gaudenzi, chairman del tenis masculino, inició su gestión en 2020 con la idea de poner en línea a todas las partes interesadas del deporte (son siete en total, una multitud para la toma de decisiones) y lo hizo bajo este diagnóstico
– El tenis es el cuarto deporte con más cantidad de fanáticos en el mundo: supera los 1.000 millones de espectadores y se ubica detrás del fútbol, el básquet y el cricket.
– 700 millones de dólares es lo que le ingresa globalmente por derechos de transmisión.
– La “torta” de ingresos globales por derechos de transmisión en deportes alcanza casi los 50.000 millones de dólares, por lo que el tenis tiene una participación del 1.3 por ciento de esos ingresos.
– El tenis recibe en promedio 0.50 centavos de dólares por espectador, mientras que el golf ingresa 3 dólares, seis veces más.
Según Gaudenzi, el tenis en los años 90 -cuando él jugaba- #ofrecía un mal producto: lo único posible era la TV lineal y el público no sabía cuándo empezaba un partido, cuándo terminaba y quiénes iban a jugar. Las tecnologías ahora permiten tener múltiples partidos y que cada uno elija qué ver».
En su estrategia, la ATP preparó dos cambios vitales sobre cómo el tenis vino manejando su negocio hasta ahora: centralizar la venta de los derechos deportivos de todos sus torneos en ATP Media y establecer una fórmula de reparto de ingresos 50/50 entre los jugadores y los promotores de torneos, con un incremento ya pautado de 2.5 por ciento por año.
La ATP descubrió en sus investigaciones que el 55 por ciento del consumo de contenidos audiovisuales del tenis es en vivo y que el 45 por ciento se produce on demand. Y que el espectador televisivo promedio ronda los 45 años. Es por eso que la estrategia digital del tenis masculino lleva al menos cinco años de transformación digital para poner al fanático, y no al tenista, en el centro de la escena.
Si lo logran, será en conjunto con el tenis femenino de la WTA. Y si las noticias son las que dicen, puede ser que con el respaldo de los capitales árabes.