La serie documental, que relata la historia del asesino en serie Alfredo Galán, quien sembró pánico en Madrid en 2003, está dirigida por Amanda Sans Pantling y producida por Cuarzo Producciones (Banijay Iberia)

En un 2003 que se convirtió en el año con mayor íncide de criminalidad en la historia reciente de España, ninguna actividad causó mayor pánico y terror en la población que la noticia de los homicidios cometidos por el asesino serial Alfredo Galán, conocido como el «asesino de la baraja».

Es esa historia la que replica la docuserie Baraja: la firma del asesino, una producción de Cuarzo Producciones (Banijay Iberia) que podrá verse desde el 9 de junio en Netflix.

Con la perspectiva de dos décadas, esta serie documental retrata el fenómeno mediático sin precedentes que generó el caso y disecciona la investigación alrededor del mismo, acercando nuevos elementos que aportan una perspectiva del caso jamás contada. Baraja: la firma del asesino incorpora el relato inédito de algunas de las víctimas supervivientes, que reivindican su lugar en la historia a través de la narración de unos hechos que han marcado por completo su vida.

Baraja: la firma del asesino está dirigida por Amanda Sans Pantling, con Marga Luis en la producción ejecutiva y Ángeles Villamarín como directora de producción. El guion ha sido escrito por Daniel Boluda, Marga Luis, Ricardo Pardo Liñares y Amanda Sans Pantling.

«Ha sido fascinante embarcarse en este proyecto en el que hemos querido alejarnos de las convenciones del género true crime, abordando un caso tan mediático desde una nueva perspectiva y con una potente factura cinematográfica», comentó Amanda Sans Pantling, directora de Baraja: la firma del asesino.

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